Redacción
Cuando el miedo producido tras el último tiroteo con armas semiautomáticas registrado en Candelaria aún no desaparece y el crimen de un joven residente todavía no se aclara, Benito Baranda, director de América Solidaria, entregó su opinión sobre el fenómeno de exclusión social y violencia denunciado esta semana por jefas de hogar del sector sampedrino a La Estrella.
Las mujeres de la Villa Padre Hurtado, que pidieron reserva de su identidad, contaron que han debido enseñarles a sus hijos desde temprana edad que, ante la ocurrencia de disparos, se deben esconder en los baños o tirarse al piso, y que como madres sueñan con irse de sus casas para tener una vida más tranquila y segura. Sin embargo, no pueden, pues nadie quiere arrendar o comprar una vivienda en esas calles y pasajes.
Baranda dictó en Concepción la charla "La pobreza y los derechos humanos", en el contexto del Mes de la Solidaridad, en el Aula Magna. Allí fueron al menos tres las oportunidades en las que recordó el trabajo que desarrolló en distintos momentos de su vida profesional en Michaihue, Boca Sur y Candelaria.
En su exposición, dio prueba de saber detalles de los lugares y los problemas que enfrentan allí las familias. "Lo conozco por todo el trabajo del Hogar de Cristo. Había una alta concentración de campamentos. En el caso de Candelaria lo conocí más profundamente. Lo hice como estudiante, pues me tocó realizar una evaluación de los centros de la Fundación Paula Jaraquemada hace muchos años y recorrer todo Chile", sostuvo.
Quien fuera director nacional social del Hogar de Cristo entre 1991 y 2011, sabía también de los últimos hechos de violencia ocurridos en el sector y, consultado por una solución para estas familias, no dudó en dar una respuesta categórica: "Muchas de la poblaciones que se construyeron en el pasado en Chile y que son altamente violentas hay que destruirlas y las comunidades tienen que trasladarse porque la construcción que se hizo en ese entonces fue extremadamente agresiva. Esto provocó que las comunidades se enfrentasen entre sí y terminases gobernadas por grandes grupos delictuales".
Como experiencia comparada contó el caso de Filadelfia, en Estados Unidos, donde hay un barrio gigantesco que está vacío y es porque trasladaron a toda la población. "Se pusieron de acuerdo con la comunidad, vieron las que serían sus casas, vieron los barrios donde se iban y lograron trasladarlos", explicó.
Añadió que el proceso de cambio puede ser menos violento y se puede echar abajo una parte de lo edificado o disminuir la densidad poblacional (habitantes por metro cuadrado). "Muchos de los barrios más conflictivos, donde el Estado de Chile ha invertido millones y millones, lo que tienes que hacer es bajar la densidad, construir casas más grandes y eliminar los focos donde puedan vender droga. Eso requiere de una política que a algunos no les va a gustar, pero a la mayoría sí, porque en el fondo aumenta la seguridad".
Sensores de bala
Puesto en conocimiento de que una de las medidas que se implementará en el sector para combatir la delincuencia es la instalación de sistemas que identifican el lugar donde se realizan los disparos, Baranda sostuvo que todas "las medidas parches de represión o detección son necesarias, pero son eso: parches".
"En el fondo no vas a lo que es el núcleo del asunto y ese que en el pasado construiste una población de exclusión social, esa exclusión la transformaste en un gueto y ese gueto generó violencia. Esa violencia tienes que partir desarmándola, desarmando la población en que se construyó la violencia", dijo.
En el final de la conversación con La Estrella, el sicólogo, quien es coordinador del Estado para la visita a Chile del Papa Francisco, identificó una de las formas en que las mujeres jefas de hogar pueden mantener la esperanza de una vida mejor. "Si ellas no se movilizan no va a haber transformación. Los que lo están pasando mal son ellas, sus familias, y ellas lo que tienen que hacer es organizarse fuertemente. Ojalá las iglesias las ayuden a hacerlo o los centros culturales, las juntas de vecinos, y tengan una organización que no haga necesario que se trasladen, sino que mejoren las condiciones de vida dentro de la población", dijo, antes de seguir con una extensa sesión de fotografías que le solicitaban estudiantes, asistentes sociales y funcionarios públicos que llegaron a escuchar su presentación en Concepción.
"Esa violencia tienes que partir desarmándola, desarmando la población en que se construyó la violencia".
Benito Baranda"