En abril de este año se dieron a conocer los puntajes del Simce 2016, cuyos resultados, en cuanto al desempeño de los alumnos en comprensión lectora, disminuyó en 12 puntos en alumnos de 2° medio, de los niveles socioeconómicos más bajos. Tales datos deberían alertar, no solo a las entidades públicas o a los directivos de colegios o liceos, sino a toda nuestra sociedad.
Y es preocupante, ya que si no comprendemos lo que leemos, muy difícilmente comprendemos lo que hablamos; y como seres humanos, la posibilidad más cierta de entendimiento de unos con otros es a través del lenguaje formal. La oportunidad de utilizar dicha herramienta de manera óptima, nos capacitará para comprendernos mejor los unos a los otros, y desarrollar así, mejores relaciones interpersonales.
Quizás, una de las medidas a desarrollar, sea el fomentar la lectura de textos en nuestros niños. Y lo anterior es responsabilidad de todos, pues desde la primera infancia es donde los niños deben tener contacto con libros, para sentirse familiarizados con ellos.
Si desde pequeños se les motiva a leer, ofreciéndoles los libros como una instancia de diversión y entretenimiento, existen grandes probabilidades de que ese niño sea un futuro amante de la lectura. Mejoraremos así, no solo los resultados de una prueba de medición, sino que estaremos en mejores condiciones de comprendernos y relacionarnos como sociedad.
Columna