Nueve de la mañana y un taco descomunal se apodera de la avenida Pedro de Valdivia, desde Chiguayante a Concepción. La lluvia arremete con fuerza mientras un hombre, parado en medio de la calle, comienza a pedirle a los automovilistas que se corran hacia los costados, para abrirle paso a una micro de la línea Vía Siglo XXI. Arriba de la máquina, su polola, embarazada de 38 semanas, se encuentra dando a luz, con gritos de dolor propios de la labor de parto. La situación es dramática.
El hombre que apartaba vehículos regresa al bus tras cumplir con su cometido. Se trata de Víctor Eduardo Cruz, pareja de María Fernanda Serdio. Ambos piden a gritos al chofer que se apure. El conductor decide salirse de su recorrido y dirigirse hacia la Clínica de la Mujer, del Sanatorio Alemán.
Relato de mamá
"Quedamos atrapados en el taco. Mis contracciones comenzaron a las cuatro y media de la mañana, pero aguanté hasta las ocho. Ahí tomamos la micro. Íbamos hacia el Hospital Las Higueras, porque mi pololo es de Gaete. Menos mal él me estaba acompañando arriba del bus. Llegó un momento en que tuve contracciones cada tres o cuatro segundos y tuve la guagua ahí, en los asientos de atrás", relató María Fernanda.
Víctor Cruz, el padre, dijo que, cuando volvió a la micro, después de abrir paso, "mi hija ya había nacido. Jamás me hubiera imaginado que iba a pasar algo así. Quedamos atrapados entre muchos tacos. Yo me puse a llorar".
La joven mamá añadió que, al principio, "nadie se dio cuenta que yo estaba dando a luz. Mi pololo empezó a moverse y a decirle al chofer que hiciera algo. Después, la micro se metió hacia la Clínica de la Mujer. Ahí ya subieron matronas. Ellas le cortaron el cordón umbilical a mi hija, la arroparon y se la llevaron hacia el edificio. Después, otras enfermeras, me atendieron a mí. El conductor y los pasajeros se portaron excelente porque, gracias a ellos, me pudieron dejar en la puerta de la clínica".
Al respecto Paulina Romagnoli, directora médica del Sanatorio Alemán, indicó que "menos mal que vino porque si se dirigía al Hospital Las Higueras, a lo mejor hubiera estado en una fase más intermedia del trayecto y no habría tenido la posibilidad de haber estado apoyada".
Añadió que, por ley, todas las personas tienen asegurada una atención que se considere de riesgo y pudiera terminar con algún tipo de secuela, en este caso un parto.
La bebé, que se llamó Ignacia, contó su mamá, midió 51 centímetros y pesó 3.45 kilos. Tras recibir las primeras atenciones en la clínica, fueron trasladadas a Las Higueras, en donde permanecen en observación. La joven, quien autorizó ser fotografiada en el hospital junto a su guagua, reiteró sus agradecimientos a todos quienes les ayudaron.
"Nadie se dio cuenta de que yo estaba dando a luz"
María Fernanda Serdio"
Conductor
Juan Ramón Molina, conductor con 39 años de experiencia, contó que "la pareja de la joven se bajó y empezó a pedirle a los conductores que abrieran paso en el taco. Eso a mí me conmovió mucho. Primera vez que me ocurre algo así. Quedé con el corazón en la mano, en un principio no supe cómo reaccionar para poder ayudarlos. Los vi tan jóvenes y solos en esa situación tan compleja que traté de cooperar lo máximo. Tuve que informarle a mis jefes de por qué me había desviado en el recorrido. Por suerte ellos y el resto de los pasajeros comprendió bien lo que había pasado".
51 centímetros midió Ignacia, la bebé que nació en la micro. Pesó 3.45 kilos.