Coca Moya personaliza la ropa con pinturas hechas a mano
La penquista le imprime un sello particular a las prendas que las personas le traen para lucir un diseño propio. Frida Kahlo es la imagen que más le piden.
¿Qué es lo peor que pueda pasar mientras se camina por la calle o se va a un evento social? Aparte de caerse, que alguien más esté usando la misma ropa que uno. Sin embargo, en Concepción existen personas como Coca Moya, quien, con un talento único, le da una segunda oportunidad a las prendas, pintándolas con el dibujo o diseño que le pidan. Frida Kahlo, calaveras mexicanas y todo lo que la clienta quiera en cualquier ropa, ella lo hace y le da su visión, que permite que quien lleve su propuesta, destaque entre todos.
Pinceladas
Coca (27) estudió Técnico en Enfermería, pero esta apuesta es la que más la ha llenado. "Lo mejor que me ha pasado es esto, comenzar con una idea y generar esto. Uno se da cuenta de que perdí mucho mi tiempo, pero tenía que pasar para llegar a este punto", dice sobre lo que se aventuró hace dos años, primero en la boutique de la hermana de su madre, donde, cuenta, "querían empezar con este proceso de reciclar, de customizar, me pidieron que si yo podía, porque yo de chica me hacía la ropa. Yo no estudié nada, sino que todo ha sido de oficio. Entre todo el customizaje, buscando ideas, encontré lo de las chaquetas pintadas, que estaba recién empezando. Viene de hace harto tiempo, pero pocos lo conocían acá".
Al principio tenía la idea de desarmar, desestructurar, coser y aplicar cosas a la ropa. Sin embargo, prefirió pintar, pues como confidencia, la libera y tranquiliza, ya que es un poco nerviosa.
Tras vender la chaqueta con la mano de Fátima pintada, estuvo un año sin hacer nada hasta que abrió una página en Facebook. Compró tres chaquetas de mezclilla y las pintó. "De esa, hice una de Frida, pero fragmentada… fue el boom. Empezó a escribir gente. Me llamaron de Margarita Bar que quería una chaqueta personalidad del bar, después me llamó otro chico que quería una galaxia, hasta ahora. Ha sido un proceso bien corto, todo muy rápido", resume, agregando que cuando llevaba tres meses, la llamaron de la tienda Prêt-à-porter (que está en La Comarca) para integrarse.
Si bien tiene un local, las redes sociales siguen siendo fuertes. Tanto así, que hasta de regiones solicitan su trabajo y muchas jóvenes les envían chaquetas para que se las decore. Aunque ella puede pintar cualquier prenda que le pasen, desde pantalones, poleras, poleros, zapatillas e incluso botas.
Coca aprendió sola, mirando videos de Youtube. Hoy le pasan una foto y lo traspasa, aunque asegura que no queda igual, porque si no, "la persona puede ir a hacerlo a una máquina. Me gusta más las pinceladas, el contraste. Le pongo mi sello. Pero, independiente de que yo le ponga mi sello de ser pintado a mano, la gente también se lo pone, ya que es el diseño que ellos eligieron. No te vas a aburrir de la prenda porque tú la quisiste así", sentencia.
Hoy prefiere mantener los precios asequibles, aunque es un trabajo único, en el cual demora un día. "Antes me demoraba una semana, ahora con Frida Kahlo me demoro tres horas. Puedo hacer tres en un día", dice.
"Independiente de que yo le ponga mi sello de ser pintado a mano, la gente también se lo pone ya que es el diseño que ellos eligieron"
Coca Moya"