Michael Seguel P.
El Papa Francisco destinó la primera declaración pública de su visita a Chile para referirse a los casos de abuso cometidos por sacerdotes. Antes de reunirse privadamente con la Presidenta Michelle Bachelet en La Moneda, se dirigió a las 700 autoridades presentes en el palacio de gobierno, ante quienes dijo sentir "vergüenza" por los vejámenes cometidos en contra de menores.
"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", dijo Francisco, generando aplausos entre los presentes.
"Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas. Al mismo tiempo que debemos empeñarnos en que no se vuelva a repetir", añadió el Pontífice.
Anoche, el vocero vaticano Greg Burke confirmó que el Santo Padre recibió por la tarde a víctimas de abusos sexuales en un encuentro "de carácter estrictamente privado".
La cita se produjo en la sede de la Nunciatura, después de almuerzo. Si bien no se comunicó la identidad de las personas, el vocero agregó que el Papa rezó y lloró con las víctimas y que el encuentro se prolongó por 30 minutos.
el obispo barros
El Papa Francisco partió luego a la misa en el Parque O'Higgins, donde lo esperaba una multitud y también los prelados chilenos. Entre ellos estaba el obispo de Osorno, Juan Barros, quien es acusado extrajudicialmente por los denunciantes de Fernando Karadima de haber encubierto los abusos del ex párroco condenado por abusos por el Vaticano, en 2011. "Quisiera agradecer a mucha gente que reza por mí y que me manda mucho cariño y reiterar que se han dicho muchas mentiras respecto de lo mío", dijo Barros.
"He dicho muchas veces que una cosa es haber participado en una parroquia y otra muy distinta es haber sido testigo de las cosas por las cuales se condenó a ese sacerdote (Karadima)", dijo Barros cuando fue consultado nuevamente por el tema, en la Catedral.
En ese lugar, Franciscovolvió a referirse ante los religiosos a estas situaciones: "Conozco el dolor que han significado los casos de abusos (...). Sé que han sufrido insultos en el Metro o al ir caminando por la calle; que ir vestido como cura les está costando caro".
Asimismo, los invitó a pedir a Dios que "nos dé lucidez de llamar a la realidad por su nombre, la valentía de pedir perdón y la capacidad de aprender a escuchar lo que nos está diciendo".
"No puedo dejar de manifestar la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños"
Papa Francisco"