"Cada vez que vienen mis cuatrillizos les saco el jugo"
Empresaria es la mamá de los sampedrinos campeones en el remo. "Si ellos son felices, yo también".
Lo que habitualmente debe hacer toda madre con sus hijos, lo tuvo que hacer por cuatro la sampedrina Melita Schüssler. Y todo ello, casi al mismo tiempo, pues si había que mudar o alimentar a uno, los otros tres no podían esperar.
Es la gracia y la pega de tener cuatrillizos, como los que tiene esta mami sampedrina, progenitora de cuatro de los más talentosos deportistas de la Región del Bío Bío y capos para el remo, como son Melita, Alfredo, Ignacio y Antonia, en ese orden de nacimiento, separados solo por algunos minutos.
"Criar cuatrillizos ha sido una tarea tremendamente complicada, pero con amor y dedicación uno logra cualquier cosa, hay que saber manejarlo y salir a delante, más aún con el apoyo de toda la familia", afirma Melita, haciendo un espacio en su ajetreada mañana, en medio de reparto de pedidos y labores en su panadería "Dresden", ubicada en la Av. Pedro Aguirre Cerda en San Pedro de La Paz.
En ese lugar la mamá de las mellizas, actuales campeonas del mundo en el remo y sus dos hermanos capos nacionales de la especialidad, pasa gran parte de su tiempo. "Acá he hecho de todo, administradora, cajera, reponedora, cargar el horno con pan cuando el panadero ya se ha ido, ahora mismo andaba haciendo el reparto de algunos productos, lo que hago siempre los domingo porque no trabajan los choferes", afirma Schussler, quien un 7 de julio, hace 21 años, vio llegar al mundo a sus regalones. Y desde ese momento ha dedicado su vida, y a quienes ha visto crecer entre paladas sobre botes, en competencias nacionales e internacionales, e incluso en una olimpiada, como fue el caso de la menor de los cuatrillizos, Melita Abraham, quien compitió en Río de Janeiro 2016.
Verlos poco
Melita tiene claro que para ser deportista de alto rendimiento hay que sacrificarse y dejar de lado muchas cosas. Es lo que han hecho sus cuatro hijos, quienes debido al deporte que realizan, pasan gran parte del tiempo lejos de casa, entre concentraciones, entrenamientos y competencias. "Ahora mismo los chiquillos están en Cochabamba (Bolivia), concentrados para competir en los Juegos Odesur. Es algo a lo que uno ya se ha tenido que ir acostumbrando, a verlos poco, por eso cuando vienen les saco el jugo", reconoce.
Es tal vez el "costo" que ha debido pagar para que sus regalones triunfen y disfruten practicando la disciplina que tanto aman. "Mientras ellos sean felices y estén haciendo lo que quieren, en este caso remar, yo como mamá feliz también. El hecho de que viajen tanto, que vivan fuera (hoy viven en Viña del Mar y entrenan en Curauma) no me complica tanto. Sí me complica no verlos tan seguido. Pero esto estoy tranquila, ellos mismos me dicen que siguen siendo una familia, porque están juntos todo el día, entrenan juntos, viven juntos, estudian en la misma universidad, por ese lado estoy tranquila, porque sé que ellos están bien", afirma con mucha serenidad. Y agrega: "Felizmente tengo esta panadería, donde tengo harto que hacer, harta entretención, casi no hay tiempo para echarlos de menos".
Pero no todo es trabajo para Melita mamá. "En mis días libres lo que más disfruto es ir al campo, aprovecho de ver mis plantas y tener esa vida campestre. Es lo mismo que disfrutan mis hijos cuando vienen, parten derechito a andar a caballo, a estar en el campo, compartir en familia", remarca.
"Mientras ellos sean felices y estén haciendo lo que quieren, yo como mamá feliz también"
Melita Schussler"