"El humor no sólo tiene que hacer reír, tiene que dejar un mensaje"
El coronelino asegura que acercarse a la religión cristiana le cambió su vida. Desde ese entonces enfoca su humor hacia la familia.
"Rodríguez, ¿y usted cree que haciéndose el chistosito va a llegar a algún lado?", le dijo un profesor a Ricardo Rodríguez, más conocido como Zip Zup, humorista nacido y criado en Coronel, con exitosas presentaciones realizadas en prestigiosos escenarios nacionales. Entre ellos, los festivales de Olmué, Viña del Mar o Dichato. "Me gustaría ir al Festival de Talca", cuenta.
Su vocación por el humor se debe a un carácter extrovertido. Zip Zup, en el colegio y junto a dos compañeros, solía vestirse de payaso para realizar rutinas no sólo en su escuela, la Vista Hermosa F-651 de Coronel, sino que en todas las de la comuna. "Me recorrí todos los colegios y liceos de Coronel". En ese entonces, principios de los años ochenta, a él y a sus dos amigos les pagaban $500 por presentación.
-¿Recuerda la primera vez que recibió un sueldo gracias al humor?
"Me acuerdo que fui a participar a un programa de televisión para hacer el personaje de Luciano Bello en el 'Pase lo que Pase' en 1998. No gané plata como Luciano Bello en ese momento, pero después me contrataron como humorista para contar chistes en el programa del lanzamiento de una teleserie, y cuando se iban a comerciales, tenía que contarle chistes a la gente que allí estaba. Fueron como doscientas lucas, algo así".
-¿De dónde viene el apodo Zip Zup?
"Cuando estudiaba en la escuela recuerdo que salían unos jugos en el mercado que se llamaban Sip Sup, con S, y el sabor a piña incluía una caricatura de cara redonda y el pelo bien parado. Entonces mis compañeros de curso me pusieron ese nombre. Al principio me parecía complicado, porque para la gente no era fácil recordar Zip Zup. Ahora, por suerte, la gente ya me reconoce. Mi apodo es como una marca ya bien posicionada".
-¿A partir de qué año cree usted que se dedicó totalmente al humor?
"A partir del 2000. Aunque debo decir que siempre tuve trabajos anexos al humor, por lo que siempre estuve activo en ese sentido. Ya llevo 18 años ejerciendo el humor como profesión y como opción de vida".
-¿Cómo llegó al Festival de Viña del Mar?
"Cuando fui a Viña estaba estudiando Comunicación y Relaciones Públicas, lo que me ha servido para complementar mi carrera. Pero yo sabía que iba a estar en Viña. Primero me presenté en Olmué, donde la gente es muy cálida, muy respetuosa; el show fue un éxito. En eso me llamaron para decirme que había una posibilidad de ir Viña, pero que ya no quedaba mucha plata y que además faltan 25 días no más; ¿te atreves? Vamos, dije yo, si ese siempre fue mi objetivo".
-Usted se caracteriza por hacer humor blanco, ¿de dónde viene aquello?
"Siempre fui admirador de grandes humoristas de este país que quizá hoy no se les recuerda mucho, como don Jorge Romero Firulete o Jorge Pedreros. Me reunía los fines de semana con mi familia a ver el Japening y siempre gusté de poder reír con este humor. Hoy es más difícil porque salen humoristas y los papás muchas veces tenemos que mandar a los niños a acostar. No niego que antes, quizá, también hacía rutinas con un calibre más o menos fuerte, pero decidí darle un vuelco a mi vida tras haber conocido a Jesús en 2006. Eso me dio la posibilidad de poder decidir hacer un humor que es blanco y familiar. Soy un convencido de que el humor no solo tiene que hacer reír, sino que también tiene que dejar un mensaje".
- ¿Qué lo llevó a acercarse a las redes sociales, específicamente a sus transmisiones en Facebook?
"Iba en un taco en General Bonilla en Concepción. El taco duró casi una hora, así que no hallé qué hacer y me puse a transmitir en vivo por Facebook. De pronto noto que la gente me empieza a seguir y encontré que era una muy buena opción de estar en contacto con mis seguidores. En ese tiempo contaba con cerca de 6 mil seguidores y en un mes y medio ya cuento con cerca de 13 mil. De hecho ellos mismos le dieron el nombre al programa: 'Mañaneros'. No hago rutinas, sino que converso con ellos. A veces me da la locura y salgo a la plaza, a la calle, a las picadas de la Vega Monumental, etcétera".
- En sus 18 años de carrera, ¿recuerda alguna anécdota?
"Hay una muy buena de cuando me contrata una empresa de Santiago. Llegué súper apurado, me llaman para preguntarme dónde estaba y les dije que ya estaba muy cerca; me dicen que ingrese por la calle, porque en el primer local del lugar era el evento. Entré y era un matrimonio. La gente me ve y me empiezan a aplaudir. El animador me presenta como una sorpresa para el matrimonio, pero de repente me llaman de la empresa que me había contratado para preguntarme dónde estaba y les dije aquí, en el matrimonio. ¡No!, me dicen, es al frente. Y me fui mientras le gente me aplaudía. Igual después me devolví e hice un breve show gratis. No quería dejarlos así".
"Decidí darle un vuelco a mi vida tras haber conocido a Jesús. Eso me dio la opción de decidir hacer humor blanco"
Zip Zup, humorista"