Garay reconoció estafas y llevar vida de excesos con plata ajena
Ingeniero penquista rompió el silencio tras dos años, en entrevista con Mega. Afirmó que está escribiendo un libro.
Afirmando que los casi 19 meses que lleva en prisión le han permitido rehabilitarse del alcoholismo, el penquista Rafael Garay reapareció en los medios de comunicación. Señalando tener un "sentimiento de culpa y vergüenza personal", el ingeniero comercial dijo reconocer habido cometido una estafa y pidió disculpas públicas por los sucesos que lo mantienen recluido en el anexo Capitán Yáber. Agregó que espera pedir perdón de forma personal a los querellantes y retribuirles económicamente lo que perdieron.
Gastó el dinero
En entrevista con Mega, Garay afirmó que su debacle se generó tras un "desgaste emocional" tras su candidatura senatorial en el Biobío. "Usé plata de las personas, malgasté esos recursos, existe una deuda y eso constituye el delito de estafa", indicó el economista que argumentó que el monto adeudado sería de mil 240 millones de pesos. Consultado por sus gastos y en qué se gastó el dinero, indicó que fue en "consumos, vehículos, viajes y alcohol".
Junto con reconocer que el modelo que creó y en el que confiaron los querellantes terminó transformándose en una estafa piramidal, aseguró que "no hay ningún involucrado, nadie tenía idea de lo que yo hacía". Según explicó el ingeniero, hay un afectado a quien más desea retribuirle su dinero: el penquista Víctor Mellado, quien habría invertido su jubilación. Eso sí, Garay afirmó que "él no perdió toda su jubilación (…) con él tenía un vínculo, es parecido a lo que pasó con Iván Núñez (..) la amistad no tiene reparación posible".
Enfermedad
Al responder a los cuestionamientos a la enfermedad terminal que dijo sufrir, Rafael explicó que eso se debió a su alcoholismo y deseo por terminar con su vida. "Dije que estaba enfermo para cubrir, porque me podía suicidar ese día (…) afortunadamente, mi intento fue fallido". Sobre la historia del viaje que hizo a Fukushima, en donde dijo haber rescatado a dos amigos, indicó que "sí lo hice, pero no entré a la planta (nuclear)".
El penquista desmintió que su salida de Chile y emparejamiento con una rumana fuesen para conseguir otra nacionalidad y evadir a la justicia. Es más, señaló que él colaboró en todo el proceso y que su reclusión ha significado una instancia para rehabilitarse, ya que solía beber al menos un litro de vodka diario.
Competencias
Además, fue enfático en asegurar que posee todas las competencias técnicas que lo hicieron conocido en televisión por sus análisis y consejos en economía. Argumentó que es ingeniero comercial y que posee estudios incompletos de doctorado. "Lo que no voy a reconocer es que no tuviera las competencias técnicas", manifestó.
Respecto a cómo retribuirá el dinero a los querellantes, dijo poseer una estrategia y que "necesito sentarme a conversar con cada persona". Por otro lado, sostuvo que durante su reclusión está escribiendo un libro. Indicó que lo hace con la intensión de "explicarme el desastre, también porque soy papá y lo hago como una forma de pedir perdón".
"Usé la plata de las personas, malgasté esos recursos. Existe una deuda".
Rafael Garay"