Carlos Paz Durán
En la zona, cuatro de ellas equivalen a un millón. Anna Ivanova, Ekaterina Belyava, Ksenia Gagarina e Irina fueron las damas rusas que la tarde de ayer se reunieron en el Condominio Los Notros, de San Pedro de la Paz, a festejar la clasificación de su país a los cuartos de final de la Copa del Mundo.
No se juntaron durante el partido porque, como señalaron, "las probabilidades de victoria no eran muchas".
La "junta", que prometía extenderse hasta esta madrugada gracias al lunes feriado, contemplaba ver nuevamente el triunfo en la definición a penales ante España (4-3, tras el 1-1 al fin del tiempo reglamentario y de alargue), y con la camiseta nacional puesta, más una gran bandera de la nación europea, caras pintadas y el uso del ushanka, el tradicional gorro ruso.
Aunque no estaba en la mesa del comedor, de seguro también había vodka. Con algo había que brindar.
"Es una alegría histórica para mi patria, y que merece ser celebrada junto a otras de mis compatriotas que se encuentran en la zona", señaló Irina, quien lleva doce años viviendo en Chile, y quien agregó que "el partido lo sufrí. Estaba con demasiado nervio, y tras el autogol que significó quedar en desventaja, me deprimí".
En un casi perfecto español detalló que "en el penal que nos dio el empate, se me paró el corazón", y luego felicitó al portero Igor Akinfeev "por la excelente actuación que tuvo" en la definición desde los doce pasos, "particularmente en el último tiro del rival, que despejó con el pie izquierdo".
Anna, que desde hace seis años está en nuestro país, reconoció que "no tenía tantas expectativas del cotejo, pues los españoles son una potencia mundial en el fútbol. Esperaba más de ellos. Por algo tienen una trayectoria enorme. Por fortuna, eso no aconteció".
"Me gustaría estar en Rusia y ser parte de esta fiesta. Es un orgullo ser la sede de una competencia de tanta envergadura", agregó.
Ekaterina, que era la dueña de casa y que cumplió diez años de estadía entre Santiago y el Gran Concepción, dijo que "la clasificación fue sorprendente, más aún al lograrse frente a España".
"Prometí que si ganábamos, colocaba mi hogar para festejar. En Rusia también nos reunimos para compartir este tipo de alegrías, aunque no con tanta pasión como lo hacen los chilenos", aseveró, y adicionó que, de cara al compromiso de cuartos de final del sábado ante Croacia, que ayer eliminó a Dinamarca también en la definición a penales (3-2, y 1-1 en los 120 minutos de juego), "hay más confianza en el equipo".
Ksenia, que presenció los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, opinó que ahora podemos ganar a cualquiera. Lo más difícil ya pasó".
"Nos vemos en la final", adelantó el chileno Miguel Ullivarri, esposo de Ekaterina y quien vivió un año en Rusia, a la que apoya... al menos hasta que la Roja vuelva en gracia y majestad al plano internacional.
"La clasificación fue sorprendente, más aún al lograrse ante España, que es potencia".
Ekaterina Belyava"
2017 es el año de fundación de la Corporación Cultural que agrupa a las rusas y rusos de la zona.