"No corresponde que un menor pase metido en la casa del cura"
La mujer que entregó la acusación contra el párroco de Hualqui, Reinaldo Méndez, por abuso sexual, a la Oficina de Protección de Derechos Infantiles de esa comuna, habló con La Estrella. El religioso optó por no referirse al tema.
Una fría jornada de invierno, atenuada por el sol, mientras la sirena de Bomberos indica el mediodía en Hualqui. En su hogar está Elidiana Navarro, quien informó a la Oficina de Protección de Derechos de la Infancia (OPD) de la municipalidad local, sobre una supuesta conducta irregular del párroco Reinaldo Méndez Sánchez.
Por su labor como ex ministra de eucaristía y con el afán de que se esclarezca toda esta situación, la mujer decidió dar a conocer a La Estrella su testimonio, que provocó que la OPD presentara en octubre del año pasado una denuncia en contra el sacerdote Méndez, por un presunto abuso sexual a un menor de edad. Esta causa se mantenía archivada de forma provisional en el Ministerio Público, entidad que ayer confirmó su reapertura (ver página 3).
-Del párroco, que está suspendido de sus funciones en la iglesia San Juan Bautista de Hualqui desde el viernes pasado, ¿qué la hizo sospechar de su conducta?
"Veía a muchos niños jóvenes con él y había faltas de respeto que no correspondían con un sacerdote. Como que anduvieran jugando como amigos y le pegaran palmetazos en plena procesión. No se daba a respetar con los muchachos, que incluso hablaban a punta de garabatos en la misma Iglesia", dijo Elidiana.
Añadió que "un joven ya adulto me dijo que el cura lo había agarrado de sus partes y se había quedado callado. También me llegó un comentario que en cierta capilla hasta le dio un beso a un niño en la boca y después a otro chico le pasó lo mismo".
-Como testigo, ¿qué conductas, que considera sospechosas, observó del padre Reinaldo?
"Era muy cariñoso con los niños. Les tomaba las manos y les hablaba de cerca. Pude ver en las misas cómo besaba a los niños (no en la boca) y a los chicos que son simpáticos, blanquitos de cara y altos, les sobaba las manos".
Sobre su rol como ex funcionaria de la Iglesia, indicó que "el párroco me echó como ministra de eucaristía, pero yo ya había hecho mi trabajo. Mejor que me haya salido, porque si hubiese seguido, no habría tenido la oportunidad de contar esto. Hay que hablar. Después de la denuncia de la OPD el tema quedó congelado, porque terminaron diciendo que no habían pruebas".
El caso denunciado
-¿Qué antecedentes puede entregar del caso puntual que informó a la OPD de Hualqui, que fue denunciado en octubre de 2017?
"El muchacho siempre andaba muy bien vestido, con ropa de marca o con los últimos teléfonos celulares. La verdad uno lo veía con cosas que son difíciles de conseguir para gente que no tiene los recursos económicos para eso. Una vez me dijo que estaba en la casa del cura. Ahí yo le dije ¿Qué haces allí? ¿No estás estudiando en el liceo? Me respondió 'qué te importa' y se correteó".
Agregó que "otro día me contó que de nuevo estaba en la casa del cura y ahí yo le pregunté ¿Por qué te vas a meter tanto para allá? y me dijo 'Adentro se anda desnudo porque parece un infierno esa casa'. Linda la cuestión y ahí me di cuenta de lo que pasaba. No corresponde que un menor de edad se lo pase metido en la casa del cura".
-¿Cómo toma la determinación del Ministerio Público de reabrir la investigación en contra del párroco de Hualqui?
"Tenían que hacerlo y eso me parece muy bien. Eso me deja tranquila. Tiene que haber justicia para saber hasta dónde llegó este hombre, para que no se sigan riendo de la Iglesia y del pueblo de Hualqui. Imagínate ¿qué posibilidad hay que alguien quiera mandar a un hijo o una hija a ser cura o monja? Ahora sería un riesgo. No podemos confiar en nadie. Sólo en Dios".
El acusado
Producto del contenido de esta nota, La Estrella se contactó vía telefónica con el presbítero Reinaldo Méndez Sánchez, con el objetivo de conocer su versión acerca de estas acusaciones formales en su contra. En esta oportunidad, el religioso respondió: "Dije que no iba a dar entrevistas todavía. Se están aclarando algunas cosas y ahí daré más claridad sobre el tema".
"¿Qué posibilidad hay que alguien quiera manda a su hijo o hija a ser cura o monja? Actualmente sería un riesgo".
Elidiana Navarro"
Tranquila con su conciencia
Producto de sus dichos, Elidiana Navarro dice sentir un trato diferente en Hualqui, pero no se arrepiente de haber acudido a la municipalidad para entregar datos sobre presuntos delitos sexuales por parte del párroco. "Cierta persona ya vino a gritarme cosas a mi casa, pero estoy tranquila. Varios católicos ya no me saludan y otros lo hacen de forma cortante, pero no podía ser cómplice de lo que estaba pasando", indicó a La Estrella.