Michael Seguel P.
Hasta que se inició el juicio contra Felipe Osiadacz (27) y Fernando Candia (30), los dos chilenos detenidos desde el 4 de agosto de 2017 en Malasia, luego de verse involucrados en un incidente que terminó con la muerte de un ciudadano malayo en Kuala Lumpur, la capital de ese país, en el hall del hostal donde alojaban.
Los chilenos fueron acusados del homicidio de ese ciudadano y arriesgan ser condenados a morir en la horca, tras pasar casi un año en prisión preventiva.
Ayer declaró al inicio del juicio -pospuesto una jornada luego de que el miércoles se ausentara la fiscal del caso- un ciudadano chino identificado como "Lim", de 65 años, quien era recepcionista del hostal donde dormían los chilenos.
El recepcionista necesitó la ayuda de un intérprete para declarar, detalló Canal 13.
En su declaración, "Lim" dijo que la víctima ejercía la prostitución vestido de mujer y que habría perseguido a Fernando Candia, cerca de las cinco de la mañana, para pedirle dinero, detalló Canal 13.
Mientras, Felipe Osiadacz, quien habría llegado primero al hostal, volvió al hall para encontrarse con su amigo y pedir ayuda, porque no contaba con la llave para entrar al cuarto donde alojaban.
En este momento, la persona que luego resultaría muerta habría roto un ventanal del recinto y amenazado a Candia y éste, con ayuda de Osiadacz habrían forcejeado y reducido al presunto atacante, momento en que este habría sufrido un ataque cardiaco.
Según precisó Ahora Noticias, cuando comenzó la discusión los chilenos habrían pedido ayuda a "Lim" y éste habría demorado 30 minutos en llamar a la policía. Según el mismo medio, el recepcionista detalló que se negó a hacerlo porque les pidió que resolvieron el problema fuera del recinto y sólo llamó a la policía cuando el supuesto atacante lanzó un zapato de tacón, y comenzó a dar patadas a los dos chilenos.
La audiencia por el juicio se extendió por más de seis horas, con un receso donde se habló malayo, inglés, chino mandarín y español.
En un comunicado firmado por la familia "Candia-Osiadacz, los parientes sostuvieron que "ha sido un proceso largo y ajustado a la legislación malasia (...). Ellos están tranquilos y confiados en su inocencia de los cargos que se les imputan. Ellos nunca han dañado a nadie (...) , estamos esperanzados que así se probará".