El pan es uno de los alimentos de mayor consumo en nuestro país. Su alta ingesta, así como la de otros alimentos altos en grasas, especialmente saturadas, se asocia a problemas de salud como sobrepeso y obesidad. Sin embargo, el pan en la cantidad correcta no debería generar consecuencias adversas, cantidad que varía dependiendo de la edad y sexo, ya que todos tenemos requerimientos distintos de acuerdo al gasto energético. La ingesta diaria de pan no es indispensable, pero sí son los cereales, es por ello que si una persona decide no consumirlo, debería intercambiarlo por sus equivalentes nutricionales, entre los que destaca, por ejemplo, la avena.

Lo principal, además de la selección del pan, es la cantidad que se consumirá, por ende, quien decida consumir pan molde debe considerar que dos rebanadas serían el equivalente a la mitad de una hallulla o a un diente del pan marraqueta, siendo este último el que contiene menor cantidad de grasa saturada.

Una de las recomendaciones frente a una alimentación equilibrada tiene relación con el consumo de fibra que, debido a la dieta de las personas hoy, es muy baja la cantidad que se consume. El pan que está elaborado a partir de harinas integrales, tiene una cantidad más alta de fibra que lo hace ideal en el caso de personas que sufren de constipación o estreñimiento, que junto a un adecuado consumo de frutas, verduras y agua, disminuiría el malestar del individuo que lo consume.

Existen distintos tipos de semillas que se pueden incorporar en la elaboración del pan, que son recomendables por su valor nutritivo. Pero, a pesar de que el pan con semillas es más rico en ciertos nutrientes protectores de la salud, aportan igual energía que el resto de los panes.

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