Pamela Serey A.
Nada que envidiarles a sus parejas. Así de claro lo dejaron las mujeres de cuatro cracks de la Universidad de Concepción, quienes quisieron emular lo bien que ha andado el Campanil y armaron su propio equipo para entrar a la cancha.
Anita Miralles, esposa de Alejandro Camargo; Jessica Niell, pareja de Sergio Vittor; Nadina Barón, esposa del "Tigre" Muñoz, Natalia Soto; esposa de Ronald de la Fuente; y Alba, la "galleta" invitada, formaron el equipo. Se pusieron las camisetas de sus esposos y mostraron su talento ante las chicas de la Escuela de Fútbol Atalanta, a cargo del profe Jorge Soto, en el gimnasio Futsala de Talcahuano.
Y esta vez fueron ellos los encargados de hacerle barra a sus mujeres. "Ellas nos acompañan a todas, así que fue el turno de nosotros de alentar. Llevamos unos bombos y un lienzo para darle todo el toque", contó Ronald de la Fuente, feliz de ver a su mujer haciendo su misma pega, de defensa del equipo.
Natalia Soto, su esposa, fue quien dio la idea dada su pasión futbolera (entrenaba en una escuela de fútbol), y motivó a las mismas chiquillas con las que cada fin de semana va al estadio a ver a la UdeC.
"Hace seis meses tuve a mi hija y llevaba harto sin jugar, así que propuse la idea y salió algo bien entretenido. Nunca habíamos jugado juntas. El primer tiempo estuvo peleado, pese a que nos fuimos 6-3 abajo. Y en el segundo nos pasó la cuenta el físico, pero le pusimos empeño (fue derrota 10-3)", contó Natalia, madre de Martín de 10 años, Trinidad de 5 y de María Jesús de 6 meses, feliz de haber vuelto a las canchas.
El grupo quedó bien motivado y la idea es seguir armando sus partidos o entrenando. "A las chicas le encantó la experiencia, más adelante vamos a armar algo con la misma escuela", afirmó Natalia.
Jugar con la camiseta de los actuales sublíderes fue gratificante para ellas, destacar también lo que están haciendo sus parejas en el torneo. "Se nota que es un buen grupo, que se esfuerzan y por algo están donde están", apuntó.
Y De la Fuente, feliz de apoyar a su mujer como su hincha número 1, además de sorprendido por el buen juego. "Pensamos que sería una pichanga, pero no, tocaban, armaban jugadas, quedamos sorprendidos, y felices, porque muchas veces ellas por seguirnos en esto deben dejar cosas de lado, entonces esto es una forma de relajarse y darse su tiempo también", afirmó el jugador.
5 jugadoras, cuatro de ellas esposas de cracks de la UdeC, animaron el encuentro en Talcahuano.