Navegan por el Biobío para revisar los 119 pilares de dos puentes
Aerodeslizadores permiten a los inspectores de Vialidad deplazarse sin temor a estancarse en los abundantes bancos de arena del río.
A bordo de un aerodeslizador, para tener una mejor accesibilidad y evitar los estancamientos en bancos de arena, el personal de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas realiza periódicamente la inspección de los puentes que cruzan el río Biobío.
El vehículo náutico, de fabricación nacional en fibra de vidrio, permite que sea muy fácil maniobrar a través de los pilares. Está disponible desde abril del año 2010, cuando tras el terremoto, se sumó a los vehículos de trabajo que existen en la región.
El aerodeslizador, también conocido por su nombre en inglés "hovercraft", tiene una potente hélice, que funciona con un motor grande, como el de una avioneta, que sin embargo tiene una mecánica simple, similar al de una motocicleta de dos tiempos.
"Como es un bote, entre comillas, tenemos que tener una licencia de la Gobernación Marítima, que se llama Patrón de Nave Menor, y además hay que hacer un curso y rendir la prueba correspondiente", comenta Javier Ruiz, uno de los cuatro funcionarios de Vialidad habilitados actualmente para conducir el aerodeslizador.
Inspecciones
"Como soy operador del equipo salgo a las inspecciones", aclara Ruiz, pero indica que las revisiones de los aspectos técnicos de los viaductos, tanto del Juan Pablo II como del Llacolén, "las hacen inspectores fiscales especializados, dependiendo de qué es lo que se quiere revisar".
Detalla que el aerodeslizador es una nave muy liviana, ideal para las labores de inspección, ya que es muy fácil maniobrar entre las estructuras de los puentes y se desliza fácilmente por las aguas a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora. "Durante la inspección, la velocidad es mucho más lenta, para que se puedan apreciar de mejor manera los detalles, pero también para evitar detenerse por completo, porque eso genera una especie de llovizna algo molesta, cuando se detiene la hélice", sostiene.
La capacidad de la nave es de unos 250 kilos, por lo que eventualmente podrían subir hasta tres personas a bordo. "Es una nave muy liviana, incluso en tierra se puede levantar fácilmente entre algunas personas, eso es lo que permite la maniobrabilidad, la que se hace sólo por el peso del que la conduce, porque abajo es aire, entonces si quiere girar a la derecha hay que cargarse a la derecha y viceversa", explica Ruiz.
El seremi de Obras Públicas, Daniel Escobar, detalló que "los recorridos inspectivos se llevan a cabo por lo menos una vez al mes, e incluyen las 66 cepas (pilares) del puente Juan Pablo II, mientras que en el puente Llacolén son 53 cepas, todas ellas enumeradas, para una mejor descripción de las distintas observaciones que surgen durante las inspecciones".
¿biobío navegable?
El recorrido por el Biobío hace recordar el viejo anhelo de tener un río navegable, como ocurre en Valdivia, por ejemplo.
El empresario José Leniz explica que en la capital de la región de Los Ríos la navegación es cotidiana debido al mayor calado de sus ríos. "Acá se requiere de un sistema GPS que permita la navegación por puntos donde no existan bancos de arenas que impidan el desplazamiento de las embarcaciones", explicó el empresario, quien, sin embargo, reconoce que por ahora, el proyecto se ha ido quedando en la idea, "pero es algo que perfectamente se puede retomar".
Leniz cuenta que durante los recorridos de prueba que realizó en distintas oportunidades, incluido un recorrido con el actual Presidente Sebastián Piñera, "el tener marcados los puntos de navegación nos permitía desplazarnos con un motor fuera de borda sin problemas, pero las naves requieren tener el sistema, por las propias características del río".
"Perfectamente se puede retomar (el proyecto de Biobío navegable)"
José Leniz,, empresario impulsor de la idea"
2.310 metros de largo tiene el puente Juan Pablo Segundo inaugurado en abril de 1974.
2.157 metros de largo tiene el Puente Llacolén que fue construido entre 1998 y 2000.