Afrontando el fin de año
Fin de año es sinónimo de estrés y ansiedad. Cierre de año escolar, proceso académicos en educación terciaria, evaluación de desempeño en empresas, navidad, fin de año y organización de vacaciones. Navidad y año nuevo son otras instancias de estrés. La costumbre autoimpuesta de regalar a todos nos lleva a gastar más de la cuenta, al igual que el último día del año, que genera un alto nivel de expectativas. Por último, las vacaciones y su planificación, calzar fechas, disponer a la familia para descansar en conjunto, juntar el dinero, planificar el endeudamiento, aprovechar los días y tiempos antes de marzo y su temida explotación, es el tiro de gracia.
Nada de esto nos hace descansar y centrarnos en lo esencial: el bienestar personal. Clave es detenerse y observar dentro de cada uno aquellos elementos que nos conducen hacia la serenidad en la que todo fluye y ante la cual solo podemos sentir alegrías.
Conviene en estos momentos reflexionar sobre el año que hemos avanzado y las cosas buenas que nos ha traído para sentirnos conformes y los costos para obtenerlas. El principal trabajo de ahora en adelante es tomar distancia, encontrarse, buscar el centro; es difícil, pero posible. Es necesario dormir bien, alimentarnos de manera sana y equilibrada, caminar, hacer deporte y estar con los amigos son siempre estrategias que ayudan al encuentro personal.