Choferes de ambulancias sufren con gente que entorpece el paso
Quienes conducen vehículos de emergencia cuentan que no todos colaboran en cederles la vía y que con los tacos se pierden minutos que pueden ser vitales.
La congestión vehicular presente en las calles del Gran Concepción no es un problema que sólo afecta a los particulares, sino que especialmente a los equipos de emergencias que a diario deben circular por la ciudad. Los choferes de este tipo de móviles, además, deben sortear la poca colaboración del resto de los usuarios de las vías, muchos de los cuales no saben cómo reaccionar ante una sirena y terminan entorpeciendo su desplazamiento.
"La gente no siempre entiende lo que hay que hacer", comentó Ramón Fuentealba, conductor de una ambulancia en el SAR Tucapel. "A veces entorpecen más el tránsito cuando se aproxima una ambulancia y no todos colaboran. Lo ideal es que te dejen un espacio por el centro, ya que por la orilla hay otros obstáculos", explicó.
"En momentos decisivos -añadió- una demora puede ser fatal en materia de salud. En Concepción hay un aumento importante en el número de vehículos, pero las calles se mantienen de forma similar. Pese a las mejoras viales, esta problemática continúa".
Héctor Ruiz, chofer del Samu del Hospital Regional, indicó a su vez que "en Roosevelt, por ejemplo, te encuentras con filas interminables de vehículos y al momento de salir a emergencias debemos incluso cambiarnos a la pista contraria, obviamente con las precauciones del caso. De todas maneras no tenemos muchas alternativas y cerca del hospital hay muchas pistas ocupadas para estacionamientos".
Agregó que "a veces podemos venir con pacientes graves y gracias a la buena voluntad de los conductores no hay mayores retrasos. Cinco minutos más en un trasladado o atención, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Lamentablemente se nos hace muy difícil movernos con tanta congestión".
Los tacos, precisamente, son otro de los grandes problemas. "Conce está colapsado en calles como 21 de Mayo, a la altura de la Vega, Paicaví o Los Carrera. En las horas punta es muy complicado pasar y a veces los autos particulares tampoco pueden abrirte el paso, ya que se encuentran con locomoción colectiva tomando pasajeros", señaló Jonathan Arzola, maquinista y teniente segundo de la Primera Compañía de Bomberos penquista.
"Siempre hay que tener precaución, pero muchas veces estamos tapados y debemos buscar otras alternativas para llegar a un sitio. Hay disposición de la gente para ayudar, pero no entienden que lo mejor es abrirse a la derecha o a la izquierda para que nosotros avancemos por el centro", sostuvo.
Sobre la demora en el arribo a una emergencia, indicó que "depende del lugar y la hora, pero por culpa de una congestión, te puedes tardar cinco o diez minutos más de lo normal".
"En momentos decisivos una demora puede ser fatal en materia de salud".
Ramón Fuentealba,, chofer de ambulancia"
"Hay disposición de para ayudar (...) lo mejor es abrirse a la derecha o a la izquierda para que nosotros avancemos por el centro".
Jonathan Arzola,, maquinista de bomberos"