Carlos Arias Oreña

Motivados y con muchas ganas de ayudar en lo que sea, están más de 200 alumnos de 11 sedes de Santo Tomás desde Rancagua hasta Punta Arenas en la comuna de Yumbel.

Las familias agradecieron la labor de los jóvenes, quienes cooperan en labores de limpieza y construcción de casas desde el viernes pasado. El proyecto surgió desde un convenio de la institución educativa y el municipio yumbelino. Se intervinieron 45 casos sociales.

Julia Cárdenas es de la tercera edad, vive junto a su esposo, su nuera y sus nietos, lleva más de 40 años en Yumbel y agradece la labor de los jóvenes. En su terreno hay dos casas, una en la que vive su nuera y sus nietos, y en la otra que vive ella junto a su esposo. Ambas casas están en proceso de reparación y mejoramiento.

"Son muy amables y atentos, dejaron muy limpio. Estamos contentos, gracias por su atención y por ayudarnos, sobre todo a mi nuera, la casa le quedó muy linda. La mía va a quedar igual, va a quedar bonita", relató Julia Cárdenas.

"Aquí vivo con mi hijo y mi compañero que está trabajando en El Boldo. Queremos hacerle algo antes de que se vayan, en señal de agradecimiento", puntualizó Cárdenas.

La cuadrilla que ayudó a Julia Cárdenas estaba compuesta por más de una decena de jóvenes. "Hicimos un revestimiento de esta casa. La enceramos, la limpiamos y también el patio completo. Ahora comenzamos a arreglar la otra casa que necesita revestimiento, sacar unas planchas y hacer ese trabajo. Estas escaleras las construimos nosotros, y unas bancas también", añadió Paul Larraín, alumno que participó del voluntariado.

Apoyo en labores

Griselle Cáceres, madre de 31 años, también agradece la labor de los jóvenes. Vive hace 9 años con sus pequeños hijos en el lugar, Joaquín y Maria Ignacia, de 13 y 9 años respectivamente, pero su vivienda ya acusa el paso del tiempo. Le están construyendo una nueva.

"Estoy viviendo en la casa de una prima mientras tanto. Vivía en la casa que están reparando con mis dos hijos. Los chicos están desde el sábado, me voy a ir a la mediagua que están construyendo", recalcó Cáceres.

"Esto es bueno, porque mi casa se goteaba, con estos arreglos vamos a pasar un buen invierno este año. Están dejando todo nivelado, son bien detallistas. No lo han hecho de una forma desordenada, sino que se preocuparon de todos los detalles", añadió la madre de dos pequeños.

"Están cambiando todo en el lugar para que no se goteen las paredes", puntualizó la yumbelina.

Walson Barría es alumno de ingeniería en prevención de riesgos de la sede talquina y nos relató que "hemos estado trabajando en el revestimiento de la casa, con el forro interior que era de vulcanita. Estaba en muy mal estado, así que hubo que sacarla y volver a poner el revestimiento con otra capa de vulcanita nueva y dejarla habitable, revestimiento de paredes y cielo", dijo.

"Después de eso, viene el retiro de escombros y la creación de un mueble de repisa para la casa. Vamos a estar hasta el viernes", destacó el joven.

Elvira Soto vive cerca de Río Claro, a algunos kilómetros de Yumbel. Tiene 50 años y tres hijos. Le están ayudando a construir un baño.

"Me están ayudando a hacer un baño, cuando andan varios, unos ayudan a hacer el hoyo y los otros limpian un poco. En la tarde van a seguir limpiando", comentó Soto.

"Vivo con mi pareja y con mi madre, y mis tres hijos, son dos niñas y un varón. Los jóvenes que vinieron son amables, atentos y respetuosos", concluyó la yumbelina .