Coalivi sigue creciendo de la mano de la solidaridad
El sueño de su nuevo edificio partió después de 2010, luego de que el terremoto dañara gran parte de la vieja infraestructura.
Tiene cinco pisos y una construcción pensada para las personas con discapacidad visual. Así es el nuevo edificio que alberga al Centro de Educación y Rehabilitación Integral de Coalivi, Corporación de Ayuda al Limitado Visual. Está ubicado en calle Heras 736, tiene ascensor, un subterráneo y salas acondicionadas especialmente para brindar servicios a usuarios con limitada o nula visión.
"Acá se encuentra una familia, es bonito, nos ayuda mucho".
Marta Muñoz, usuaria Coalivi"
La inversión fue de casi tres mil millones de pesos, aportados por financiamiento de instituciones internacionales, como Christoffel Blindenmision, organización mundial creada para apoyar a personas sin visión y RTL, canal de televisión alemán, con más de 400 millones de pesos. Más de dos mil quinientos millones de pesos fueron entregados por el Gobierno Regional.
La institución de ayuda al limitado visual es la única de este tipo que trabaja en el sur de Chile.
TRAS EL TERREMOTO
Patricio Parada, director del Centro de Educación y Rehabilitación Integral de Coalivi también es limitado visual. Él es uno de los más antiguos de la corporación, comenzó a trabajar para la organización desde que se creó. La idea de construir surgió hace algunos años. "Este edificio se empieza a gestar después del 27/F, porque con el terremoto perdimos gran parte de la infraestructura. Está construido con características apropiadas para las personas con discapacidad visual", señaló.
"Son más de dos mil metros cuadrados, tenemos un área para internado de niños y jóvenes, tenemos un amplio patio techado, que lo vamos a dedicar a multiuso, como gimnasio, como auditorio, como sala de reuniones más grandes", agregó el directivo.
"El edificio nos beneficia en cuanto al espacio, el tener el baño acá al lado, los materiales, está todo ventilado acá, hay más luz. Antes eran unas salas más chicas y hacía demasiado calor, ahora tenemos muy buena ventilación, el espacio nos beneficia para guardar las cosas de una manera más ordenada. De esa forma los niños son más independientes y les favorece en la autonomía. Tenemos ascensor, es fabuloso, porque hay chicos que les cuesta caminar, tienen problemas en sus caderas algunos, entonces se necesita esa ayuda", añadió Marcela Trelles, educadora diferencial de la institución.
APOYO
Respecto al trabajo desarrollado por la corporación su director señala que atienden gratuitamente a todo aquel que tenga algún grado de discapacidad visual. El objetivo de la corporación es ayudar a los usuarios a que tengan mayor autonomía en sus funciones diarias, se preocupan de fomentar su independencia enseñándoles técnicas para que se desenvuelvan mejor.
"La Corporación se crea oficialmente en 1980, ese año se obtiene la personalidad jurídica. Se creó como una escuela hogar, donde habían 130 personas, muchos de ellos internos, alrededor de 70 personas", recalcó.
Los niños trabajan en sus salas y sus profesoras se adecuan a cada una de sus condiciones. "Vienen todos los días, tienen educación física, se les enseña actividades de la vida diaria, limpiar, ordenar, lavar la loza, asearse, de todo. También se le enseña comprensión del medio, como ciencias naturales, tienen matemáticas, computación, manualidades, distintas manualidades pensando en una proyección futura, en aquellos que van a necesitar proyectarse con un oficio, que puede ser un emprendimiento familiar. Por ejemplo, la mamá de uno de ellos es pastelera, entonces trabajamos un tiempo para que le ayudara, lo principal también es el apoyo de la familia", comentó Marcela Trelles.
"Trabajamos en la autonomía, que cada vez puedan hacer más cosas solos. Llevo trabajando acá toda una vida, más de 30 años", añadió la docente.
USUARIOS
Todos realizan diversas funciones dependiendo de sus necesidades e intereses. Hay clases para adultos y niños. "Estoy acá ahora con el profesor Juan, nos está evaluando, estoy interesado en la greda. Al trabajar con telar me costaba asumir que estaba tejiendo, pero me ha ayudado mucho. Mi anhelo es trabajar en cerámica, trabajar en greda", puntualizó Juan Cabezas.
"Tengo una enfermedad genética, hereditaria, desde el 2000. Soy pensionado de las Fuerzas Armadas y ya no pude seguir más y me tuve que retirar. Estoy contento y saliendo adelante, porque hay muchas personas que se encierran en la casa y se deprimen, yo no. Tengo dos hijas profesionales y nunca es tarde para aprender", agregó Cabezas.
"Acá se encuentra una familia, es bonito, nos ayuda mucho", señaló Marta Muñoz.
Muchos de los fondos de Coalivi se obtienen de una subvención educativa, un 60 por ciento, el resto hay que buscarlo añade su director. Esta labor requiere muchos más profesionales que un colegio común por ejemplo. Hay una parte importante que se financia con los aportes de personas. Una de las formas de apoyar a la institución es comprar en la óptica de la fundación o atenderse en su centro de salud, los que están ubicados en calle Aníbal Pinto al llegar a Las Heras.