Angélica Vásquez V.
Ese es el encabezado de tantas notas que veo de pronto en redes sociales. Lo has hecho mal, lo has limpiado mal, comido mal, pronunciado mal, etc. No, nada de eso. Lo hemos hecho de la mejor manera que creíamos posible, así funciona la ley de la vida. La Vida Cósmica eso sí, la Vida real. Aunque no manejemos a totalidad el concepto, ya todos sabemos que tenemos un propósito o varios propósitos por cumplir. Sabemos que tenemos un talento o varios. Sabemos, sentimos, nos lo preguntamos. Pero de ahí a culparnos, tratarnos con dureza, criticarnos y todo ese sabotaje que solemos tener en nuestra cabeza hay una gran brecha. Entonces ¿qué hacer? Primero creo yo, informarse bien y sentirse capaz de sacar conclusiones propias sin bancarse todo como rosario. Y aún así, si descubriéramos que hemos hecho mal algo por mucho tiempo, agradecer. Tal cual, simplemente agradecer. ¿De qué otra manera habríamos avanzado? Hacemos siempre lo mejor con el conocimiento que tenemos, y a medida que se nos va revelando nueva información tendremos la opción de hacerlo distinto. Pero insisto, el hacerlo mal implica culpa, fastidio, la sensación de haber perdido tiempo y una serie de emociones negativas y ¡por favor! ya tenemos mucho de eso. Es necesario el otro lado, el de seguir permitiendo la sanación de nuestra Alma. Qué bello es contribuir a sanar el Alma penquista por ejemplo. Eso que hace usted con una sonrisa, yo con mi columna, por ejemplo… Si esa es la única forma, al menos una que no daña y permite la transformación total de la situación. ¿Comenzamos? Contraseña: Gracias, luego gracias y más adelante… ¡gracias! Insistimos en complicarnos, vernos como un nudo, ironizar sobre nuestra vida y las decisiones, confundirnos cuando vemos un cartel que dice "Conviértete en la mejor versión de ti", o cuando nos molestan tanto con usar nuestro potencial...ufff. Sí puede ser útil, pero comience en su cuore, así sí.e.