Universitaria se salvó del tornado aferrada a banca
Estudiante de 21 años que vivió el tornado en una plaza cerca de su casa, en Brisas del Sol, contó acerca de su dramática experiencia cuando iba a clases.
Agarrada al banco de una plaza y con una fortuna tremenda, Isidora Muñoz, de 21 años, logró salvarse de los grandes vientos que el viernes pasado arrasaron con todo a su paso. En un registro audiovisual se ve claramente cómo la joven se libró de ser golpeada por dos grandes latas de techumbre que pasaron cerca de ella.
En la hora en que se produjo la tromba, Isidora iba a clases en la Universidad Andrés Bello, a metros del lugar. El momento que registra el video fue captado cuando la estudiante transitaba por Calle Seis.
"Cuando vi el video me quebré, volvieron todos los recuerdos. Fui muy afortunada, es como si un escudo me hubiese protegido del tornado. Realmente todo esto pasó encima mío", señaló la joven, quien contó que oyó un ruido tremendo y tras esto, las latas y cosas que volaban por todas partes.
Añadió que les contó a sus familiares sobre lo ocurrido y nadie le dio credibilidad, porque no pensaban que había sido tan caótico. "No me pasó nada. Las piernas están con moretones, la ropa se destrozó un poco, porque me cayeron algunas cosas encima. Esto no se cuenta dos veces", relató a La Estrella.
La universitaria subrayó que lo único que le preocupaba en ese momento fue su hijo de 4 años, ya que dijo haber pensado que eran sus últimos momentos. "Me aferraba a la vida por mi hijo, para saber si a él le había pasado algo", añadió.
"No pensé que iba a haber cámaras. Había grabaciones de otras personas, pero ellos tenían donde correr. En mi caso no tenía nada, si esas bancas no hubiesen estado ahí, no sé qué habría pasado", dijo.
El momento
Lo que la salvó en gran medida fue una banca que había en la plaza. La joven, estudiante de Obstetricia, puntualizó que se recostó en ella e intentó afirmarse con todas sus fuerzas. Segundos antes unas latas pasaron volando a centímetros de su cabeza.
"Iba caminando, había salido hace 3 minutos de la casa y en el trayecto me tapaba, porque el viento estaba muy fuerte. Más adelante iba una persona con un paraguas y se le voló, entonces miré al cielo y pensé que iban gaviotas, pero eran las latas", aseveró.
Fue ese el momento en el que pensó que la cosa era grave. "Este es un tornado, me voy a morir, dije. Y cuando me acosté en la banca, pensé por favor que no se lleve la banca, porque si se la lleva me muero".
"Fue un ruido extraño y muy fuerte, como de un avión. Ahí reaccioné inmediatamente, me impresiona cómo el instinto te lleva a actuar de esa forma. No podía caminar bien", agregó.
De sus recuerdos de ese instante, sostuvo que vio una especie de embudo de aire. "Me agaché y de rodillas me doblé un poco, porque el viento me estaba llevando", relató. Después de eso se acostó en la banca y el respaldo logró amortiguar algunas cosas que venían hacia ella.
Isidora acotó que lo vivido fue "una pesadilla", y que cuando llegó a su casa se dio cuenta de la magnitud de lo que había ocurrido y de la destrucción que había por todas partes
"Después llegué a la casa y veo todo lo que había pasado. Era como una pesadilla, cómo en una cosa tan corta hubo tanto destrozo. Ni para el terremoto mi casa había sufrido tantos daños. Esto fue horrible", recalcó la joven.
"No se está preparado para este tipo de cosas, nunca te imaginas que puede pasar algo así, incluso viendo las noticias del día anterior, con lo que había pasado en Los Ángeles. Nunca imaginé que tenía que resguardarme ese día de no ir a clases, porque podría ocurrir algo así", reflexionó.
Asimismo, señaló que quizás si hubiese estado en la casa en ese momento y no en la calle, podría haber pasado algo peor, ya que la ventana de su pieza se reventó por completo con el viento, y los vidrios cayeron sobre su cama. Relata que su madre tampoco estaba en la casa. Su vivienda también sufrió grandes daños.
"Quizás fue mejor que me hubiese pillado allá, porque si hubiese estado en la casa los vidrios me hubiesen caído. Eran unos vidrios grandes", recordó. "Mi mamá no había llegado. Fue horrible. Ahora ya estoy mejor", concluyó".