En Nonguén sacaron el agua, la basura y barro
Más de 25 familias que se vieron afectadas por la crecida del estero Nonguén, en la población La Araucana, tuvieron que dedicarse ayer por entero a la limpieza de sus viviendas, que resultaron anegadas, y al retiro de distintos objetos que llegaron con la fuerza del agua hasta sus patios.
Fue el caso de Juvenal Bizama, carpintero que perdió máquinas y herramientas avaluadas en unos 3 millones de pesos.
"Perdimos una congeladora y un refrigerador", comentó el residente, quien, por precaución, estuvo despierto toda la noche vigilando el estero.
"Tengo un sumidero aquí en el patio y siempre colapsa, hay que estar atento", explicó Bizama, y recordó que "el canal antes era abierto, y todo corría para abajo, pero desde que me hicieron esa piscina hemos tenido puros problemas".
Un camión municipal pasó por el sector retirando escombros y objetos destruidos, mientras los propietarios se dedicaban a desinfectar sus pisos y muebles al interior de las viviendas. El barrial era tema parte. Todo sucio y pegajoso.
El alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, dijo que entre los sectores de Nonguén, San Jorge, Chaimávida y Juan Riquelme hubo casi sesenta viviendas afectadas, correspondiendo a unas 150 personas aproximadamente.