Amada Contreras Cáceres

A pesar de estar lejos de su tierra natal, nada les impide desarrollar habilidades o conocer una nueva pasión. Así fue para los alumnos del curso de pastelería y panadería impulsado por Infocap, que por primera vez se enfocó en una capacitación dirigida únicamente a personas de otras nacionalidades.

Así, brasileños, haitianos, venezolanos, colombianos y bolivianos compartieron sala durante aproximadamente dos meses, y aprendieron a preparar diferentes delicias.

Una de las beneficiadas por este curso fue Joálmer Luján, venezolana que llegó a Concepción hace más de un año. Aunque estudió administración, cuenta que siempre le gustó la cocina y eso fue un impulso para entrar a este curso.

"Cuando quise postular ya había cerrado la inscripción, pero vine igual, me hicieron una entrevista y quedé", contó.

Cabe señalar que para esta oportunidad postularon 100 personas, pero sólo 20 fueron seleccionadas. El curso se transformó en un espacio en donde Joálmer Luján y sus 19 compañeros compartieron sus historias y culturas mientras recibían la capacitación.

"En este tiempo, quiero creer que pudimos desarrollar más que lazos de conocidos. Somos amigos que se seguirán viendo después de esto", expresó.

Aventura

Joálmer, al igual que muchos de sus compatriotas, llegó hasta Chile buscando una oportunidad para volver a vivir de manera estable, además de buscar ayudar a su familia que continúa en Venezuela.

En un inicio, junto a su marido, habían tenido la intención de mudarse a Costa Rica, debido a que les habían dicho que en Chile el clima era demasiado frío. Pero cuenta que por internet vio cómo era Concepción, lo que la hizo cambiar de opinión respecto a cuál sería el destino de ambos.

"Cuando vi la ciudad y leí sobre esta sentí ganas de venir aquí. Hasta ahora he tenido una buena experiencia. Muchos me han ayudado e incluso me hicieron una fiesta de bienvenida", relató.

Al llegar a Chile, comenzó a trabajar en una panadería que además tiene servicio de almuerzos. La venezolana explicó que siempre le ha gustado cocinar, aunque se consideraba alguien tosco en esta área, más dedicada a la parte que requiere más fuerza en la cocina, como amasar. "Por eso, aquí en el curso me puse a prueba en un aspecto de la cocina que no creí que podría desarrollar", confesó.

Además de aprender un poco de la cocina chilena y de variedades de preparaciones de pastelería, cuenta que este curso también la ha ayudado desenvolverse y a ser más extrovertida.

"Aunque no lo aparente, soy muy tímida, pero este curso ha sido otra ayuda en esta aventura que ha sido llegar hasta Chile", confidenció.

Joálmer agregó que luego de esta capacitación, junto a su marido están pensando iniciar su propio emprendimiento en los siguientes meses.

"Tenemos algo pensado para quizás en dos o tres meses. Quiero aportar a este país, entregarle algo a cambio de lo que también me ha entregado", declaró.

Este curso de panadería y pastelería comenzó en mayo, y es el primero que realiza el Infocap solamente enfocados en inmigrantes. Entre los participantes hubo once venezolanos, seis personas originarias de Haití, una de Colombia, una de Brasil y una de Bolivia. Su objetivo era ser una forma de reconocer el actual mundo laboral en Chile, uno que cada día es más multicultural.

El curso duró 150 horas en total, con clases nocturnas. Como profesora contaron con la ayuda y los conocimientos de Claudia Socci, chef venezolana dueña de la pastelería "L' artigiana", en Concepción.