Álvaro Escobar: "Ha sido todo un aprendizaje este formato"
Cuarta temporada de "Rojo" tendrá compitiendo a participantes de episodios anteriores.
Dos semanas alcanzó Álvaro Escobar a estar fuera de "Rojo" tras el fin de su tercer ciclo. El conductor regresó con "El Gran Rojo", cuarta temporada del espacio televisivo, que esta vez reunirá a los participantes que destacaron en las tres anteriores.
Desde que Escobar asumió en mayo de 2018 la conducción, casi no ha parado. Y "Rojo" no es lo único que hace. El también actor y abogado conduce de 9.30 a 13.00 horas el programa radial "Expreso Bío Bío" y está terminando un posgrado en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
"Con la falta de tiempo es difícil lidiar, hay que hacerse más tiempo, pero lidiar con el estrés puede ser más fácil y para eso hay herramientas", dice sobre cómo se las arregla para compatibilizar todo con el programa, que "me exige harto tiempo", admite.
Por eso, ahora que comienza un nuevo ciclo, tomó una decisión radical: "Esta temporada lo nuevo que tiene es que el tío conductor ya no fuma. Hace 20 días", revela antes de soltar una carcajada.
Para lograr su objetivo bajó una aplicación, Quit Genius, que dice que "es mi coach, me angustio y pongo la aplicación". "Yo fumé 30 años y todo lo que hago está asociado a un pucho", revela el animador de 52 años, que ha investigado un montón para manejar la adicción. "El cigarro es una fuente de estrés también", explica.
Compromiso
Pese a todo lo que "Rojo" le exige -que se suma a todo lo demás que hace- Escobar confiesa que "de verdad que es comprometedor el programa".
Y recuerda las notas que hizo en la tercera temporada Roberto Van Cauwelaert, sobre las vidas de ex participantes del espacio, como Yamna Lobos, Maura Rivera y Carolina Soto. "Diecisiete años después ellas siguen vinculadas a un programa que les condicionó la vida; eso a mí me compromete", detalla.
Por eso sigue al frente del espacio que lo sacó del formato de conversación y lo llevó a explorar un nuevo registro. "Aquí es animar y manejar muchísima información, muchísimas responsabilidades, en un programa en vivo de música; pide harta energía y ha sido todo un aprendizaje llegar a manejar el formato", reflexiona.