Juan Pablo Fariña López
Preocupación e indignación existe entre personas que se desempeñan como guardias de seguridad, tras el brutal crimen la semana pasada de Sergio Ruiz Cerón, de 21 años, en Puerto Montt. Este joven fue apuñalado en un supermercado por un menor de 15 años.
El hecho puso en evidencia las complicaciones y los riesgos que asumen los vigilantes al realizar sus labores cotidianas, en particular cuando deben enfrentar a delincuentes que pueden estar armados.
Sobre el tema, Miguel Méndez, que mientras estudiaba en la universidad tomó la opción de hacer el curso de guardia de seguridad para trabajar y generar más recursos, opinó que "depende del lugar que tan peligroso sea, porque en tiendas de retail o clubes nocturnos te puedes encontrar con personas o delincuentes agresivos que no tienen problemas en atacarte, porque te ven como su enemigo".
Agregó que "se te indica que debes evitar una confrontación hasta el límite, pero no es algo que se respete. El guardia suele ser muy instintivo y no es extraño que recibas amenazas o golpes".
Del curso para poder trabajar como guardia, Méndez sostuvo que "considero que la preparación es bastante precaria en lo que se refiere a defensa personal. Uno que hace artes marciales, entrena años para poder responder a un forcejeo, no es algo que se aprenda en un par de clases".
Andrés Villalobos es guardia de una tienda de retail y expresó sobre lo sucedido con el colega en Puerto Montt que "hay que revisar los protocolos de acción, porque lo establecido es que en caso de mecheros deben actuar tres o cuatro guardias para controlar a un sujeto y así evitar el peligro. Hay que apoyarse llamando a Carabineros".
Por su parte, Cristian Aguilera, que se desempeñó por varios años como guardia de seguridad, apuntó que "es una lata lo que le pasó al muchacho y muchas empresas contratan a gente sin el curso correspondiente para que hagan más que nada acto de presencia. A veces las instalaciones son muy grandes y cubren algunos puntos con cualquier persona para cumplir".
Agregó que "en un supermercado uno se lo pasa peleando con los mecheros y se generan riñas posteriores o amenazas fuera del trabajo".
La autoridad
Respecto al tema, Claudio Etchevers, coordinador regional de seguridad pública de la Subsecretaria de la Prevención del Delito, manifestó que "es un tema que nos preocupa, porque el hurto en locales comerciales es uno de los delitos que más comunes estadísticamente en el Biobío. Hemos podido constatar que empresas ofrecen a vigilantes incentivos económicos por detenciones, lo que veces termina siendo negativo".
Agregó que "el exceso de énfasis en la reacción genera que el personal se exponga más allá de lo conveniente. Por eso hacemos un llamado a no arriesgar más de lo debido, ya que ante un delito consumado la primera preocupación debe ser la propia integridad física y la del resto, por sobre los bienes materiales".
"Es un tema que nos preocupa, porque el hurto en locales comerciales es un delitos muy comunes"
Claudio Etchevers, coordinador regional de Seguridad Pública