Alfonso Levet G.

A pocos meses de cumplir su primer año funcionando está el club de motoqueras "Santa Diabla", que nació luego de la primera versión en la región de la "Ruta del Tutú", en noviembre del año pasado.

"Esa vez nos organizamos para hacer la Ruta del Tutú, que se hacía en otros lados, y donde se ocupa esta particular prenda que es asociada a mujeres que bailan ballet", cuenta Fabiola Diez, una de las fundadoras de la agrupación.

En esa oportunidad participaron fanáticas de las motos de Conce, Talcahuano, Chillán, Los Ángeles y Coronel que, al igual que Fabiola, ya integraban otros grupos mixtos.

"Generalmente estos grupos son asociados a varones, por eso quisimos hacer esta ruta sólo de mujeres, para que se notara la presencia femenina", dice.

Luego, el grupo siguió en contacto. "Después de la Ruta del Tutú me empecé a unir, primero en un grupo de WhatsApp que se llamaba "Malas Juntas", que era sólo para diversión y compartir", recuerda Carolina Bascur.

Ella trabaja en una agencia de aduanas del Puerto y se moviliza en una moto pistera de 250 centímetros cúbicos, "antes mi moto la ocupaba para el tránsito no más, que es de la casa al trabajo y del trabajo a la casa", asegura.

Pero, cuenta, "con el tiempo aprendí a querer otro aspecto de mi moto, ahora ya es mi compañera y donde haya que partir, vamos".

Fue de ese mismo grupo de WhatsApp que se fueron organizando reuniones, y luego surgió la idea de hacer el grupo "Santa Diabla".

En el caso de Carolina, "es la primera vez que me uno a un grupo motoquero y lo he pasado muy bien, somos unidas".

Actividades solidarias

En casi un año de existencia, la agrupación se ha caracterizado por sus actividades sociales y solidarias, como la celebración del Día del Niño, en el sector La Poza, de Talcahuano.

"Es algo que hacemos con nuestros propios recursos, como una forma de mostrar nuestra solidaridad", relata Judith Guerrero, una de las organizadoras del festejo a los más pequeños.

"Hemos celebrado a las mamás en su día, en la plaza de Talcahuano, hicimos una ruta del café en Coronel, y ahora organizamos esta celebración del Día del Niño, abierta para todos los hijos de motoqueros, pero también estamos invitando a los niños que están paseando con sus padres por acá", detalla.

Hasta ahora la agrupación había realizado actividades pensando en los más pequeños, y en esta oportunidad creyeron oportuno celebrar a sus propios hijos, y los de otros fanáticos de las motos.

Fabiola Diez señala que "es primera vez que hacemos una actividad para los hijos de los motoqueros, y todo esto lo sacamos adelante con aportes de nuestros propios bolsillos, es que aquí en el grupo se encuentran buenas amigas y también mucha solidaridad".

Las integrantes aportan a las actividades con dinero o con cosas relacionadas con sus trabajos. Hay socias que hacen estampados, otras que tienen juegos infantiles. Y las que no, aportan con dinero a las actividades solidarias.

"Yo trabajo como dependiente y me han invitado en varias oportunidades a participar de las actividades", comenta Andrea González, una de las motoqueras invitadas recurrentes de las Santa Diabla.

"Las chicas son siempre muy abiertas y hacen invitaciones en el grupo de Facebook, ahora estoy invitada a participar de la actividad de esta ocasión y también me han invitado a unirme oficialmente al grupo, así que podríamos decir que ya casi estoy adentro", asegura.

Por ahora, la agrupación tiene a 15 integrantes, pero en la última semana se sumaron dos más. Se las identifica por las chaquetas con el logo de las Santa Diabla.

La idea es crecer y sumar a nuevas integrantes. Fanáticas de las motos no faltan, ya que para la convocatoria de la Ruta del Tutú hasta Quillón fueron 87 las motoqueras que dijeron presente.

La idea es que la cifra aumente en la cita de este año, también en noviembre, "igual llama la atención que seamos sólo mujeres", dice Fabiola Diez.

"Para el resto es llamativo que seamos sólo motoqueras mujeres".

Judith Guerrero,, agrupación Santa Diabla