Mauricio Orrego: "Este triunfo es para mi madre"
Atleta se lució en los Juegos Parapanamericanos de Lima y regaló su medalla de oro a su fallecida mamá.
"Mi objetivo es ir por un medalla". Con esa convicción partió a los Juegos Parapanamericanos de Lima Mauricio Orrego, y no defraudó. Claro, pues llegó con la más valiosa de las medallas, la de oro, conseguida en la prueba de 1500 metros, donde puso algo más que su talento en la pista para quedarse con la dorada.
Puso garra y lo mejor, corazón. Más aún en los últimos 100 metros, donde sacó fuerzas de donde no tenía para superar en la recta final al brasileño Yagonny Reis, con un tiempo de 4:12:35. "Viví esta carrera con muchas emociones, era muy estratégica. Llegó un momento en que iba cuarto, me empecé a desesperar, pero gracias a Dios tuve la fuerza para salir al final, y en la última vuelta dije, tengo que salir por el oro", dijo Mauricio.
Al momento de cruzar la meta a Orrego se le vinieron todas las emociones encima, sobre todo una, la del recuerdo de Violeta Campos, su madre. "Yo corrí con ella, ella me dio las fuerzas para llegar primero", dijo a La Estrella, recordando a su mamá, quien falleció víctima de un cáncer en junio pasado. "Sufrí la perdida de mi mamá hace unos meses, para ella es este triunfo, ella creyó en mí y gracias a ella estoy acá. Ella me está acompañando desde el cielo, siempre me dijo que hiciera lo que más me hiciera feliz, y que siguiera adelante, por eso este triunfo es para ella", reiteró el joven.
Una victoria que ratifica el buen año de Orrego, en que fue figura de los Juegos Deportivos Nacionales con doble medalla de oro, y medalla de plata en el Grand Prix de Grosseto en Italia. Ello sumado al título mundial juvenil que obtuvo el 2017.
Todo ello a punta de esfuerzo, pues a sus entrenamientos, Orrego suma sus tiempos de estudio para ser personal trainner en Instituto Aiep, y su pega repartiendo sushi en la tienda Sushiadictos de Talcahuano. "Estuve como un año trabajando repartiendo sushi, pero lo tuve que dejar hace un mes para concentrarme de lleno en mis preparación para los juegos. Ahora me tomaré una vacaciones, después veré que viene", afirmó el deportista.
Familia feliz
"Él no corrió sólo, corrió con su mamá y con su cuñada, porque este año sufrió la partida de su mamita y de su cuñada que él quería mucho", apuntó uno que no daba más de orgullo por el logro de su regalón, su padre, Nibaldo.
"Una alegría inmensa, una vez más, porque ya nos estamos acostumbrando a este tipo de triunfos", agregó el papá chocho, destacando el logro de Mauricio no sólo por lo hecho en la pista de Lima, sino por lo vivido los días previos. "Él se fue a entrenar a Brasil y estuvo bien enfermo, después llegó a Talcahuano y se volvió a enfermar, con amigdalitis. Hasta lo tuve que llevar a la clínica. Pese a ello, se supo sobreponer, porque eso igual lo pudo haber disminuido físicamente, pero ahí se levantó y logró la medalla de oro", valoró Nibaldo.
Mismo orgullo dijo sentir Marisel Contreras, la sonriente polola del campeón paralímpico. "Muy contenta, orgullosa, porque uno ve el esfuerzo, el sacrificio día a día, sus levantadas tempranos a entrenar, con o sin lluvia él ahí está. Vi la carrera, y muy emocionante, sobre todo por el remate que tuvo", apuntó la joven de 20 primaveras.
"Le ha tocado difícil este último tiempo, por lo de su mamá, más encima estuvo súper enfermo en la últimas dos semanas, estaba súper nervioso, porque no sabía si iba a poder responder de buena forma. Es un sacrificio, porque no todos los días uno va a tener las mismas fuerzas para levantarse, y él lo hizo, porque sabía que su mamá era lo que quería para él", afirmó la joven.
"Ella (mamá) siempre me dijo que hiciera lo que más me hiciera feliz"
Mauricio Orrego