Manuel Muñoz González
Once de la mañana, y en la pista de Collao se reencontraba el profe y aprendiz: Jorge Grosser y Mauricio Orrego, respectivamente, en un reencuentro cargado de emoción y alegría por el logro del pupilo en los recientes Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, como fue la medalla de oro conseguida por Orrego en los 1.500 metros planos.
"A Mauricio lo tengo de chico, como de los 12 o 13 años que venimos entrenando juntos, como no me va a dar alegría verlo triunfar como lo hizo en Perú", contó el entrenador y formador de Orrego y de destacados exponentes del atletismo de la zona.
De hecho Mauricio lo primero que hizo al otro día de haber llegado de regreso con su medalla de oro desde la capital peruana fue ir a saludar al profe y a quienes entrenan en la pista de Collao igual que él.
"El profe es muy importante en este logro, es parte de él también por supuesto", agregó Orrego, aún contento de lo vivido hace más de una semana en Lima. "Fue un bonito triunfo, es un resultado que ansiaba, pero no me esperaba, porque las expectativas cada vez se iban alejando, por los inconvenientes que estaba pasando, pasó lo de mi mamá (falleció en junio), me enfermé, estuvo la complicación de no tener recursos para entrenar, pero al final seguí entrenando y valió la pena", dijo emocionado.
tranquilidad
El oro del deportista de 19 años no sólo trajo conformidad en lo deportivo, sino también un poco más de tranquilidad económica para encarar lo que se viene, tanto en lo personal como deportivo.
De hecho su oro ganado significa para Orrego un ingreso de 7.354.950, como premio de parte del Ministerio del Deporte, mientras que sus ingresos como parte de la Beca Proddar también aumentarán, dada la relevancia de su resultado deportivo (hoy es cercana a los $400.000).
"Sirve mucho para alivianar la carga económica, la Beca finalmente es el ingreso con el que vivo, con el que me muevo en el día a día, la bencina, comprar zapatillas", dice Orrego, aunque que reconoce que siempre hace falta más apoyo, idealmente de privados, lo que le vendría bien para seguir entrenando y compitiendo en el alto nivel en el atletismo paralímpico.
"Por todo lo que estaba pasando las expectativas de un oro estaban bajando, pero seguí firme".
Mauricio Orrego, atleta.
Rumbo a tokio
La gran meta del penquista Mauricio Orrego es llegar a Tokio 2020, para lo que, asegura, dejará todo en la pista. "En estos momentos estoy nueve del mundo, mi idea es estar entre los diez para poder clasificar. Queda el Mundial en Dubái, donde espero lograr la clasificación. Acá clasifican los cuatro primeros, pero el Comité otorga otros cupos, así que en teoría deberían clasificar los primeros diez del mundo. Hasta el momento estoy adentro, pero hay que ver lo que viene, me voy a preparar para eso. Ahora mejoran las condiciones climáticas, así que no será impedimento", afirmó.