Juan Pablo Ríos Rosales
No es misterio que los Juegos Panamericanos de Lima recién pasados fueron testigos de una histórica faena nacional. Fueron 50 medallas inéditas, las que marcaron una campaña para atesorar por muchos años.
Sin dudas, una de las disciplinas que más alegrías le dio al Team Chile fue el remo. A cargo del español Bienvenido Front, la selección nacional de este deporte obtuvo ocho preseas: cuatro oros, dos platas y dos bronces.
En ese sentido y, al margen del éxito rotundo acaecido por las hermanas Abraham, aparece otra penquista. Se trata de Yoselyn Cárcamo, quien puede decir que logró una medalla de plata en el certamen panamericano.
Oriunda de Concepción, a los 12 se comenzó a interesar por esta especialidad. Se inició en el Club de Regatas de San Pedro, donde dio sus primeros aletazos como remera. Sin embargo, el año pasado se mudó al norte.
El balance general de su actuación en la cita limeña la dejó satisfecha. Y es que junto a Isidora Niemeyer logró la plata en la prueba de doble par cortos peso ligero. "Quedé muy feliz y conforme, porque fue el resultado de un trabajo muy duro. Obtener la plata me indica que vamos por buen camino, lo que me motiva a ir por más en mis próximos desafíos", asegura.
En la misma línea, complementa que "siempre entrené con altas expectativas. Al llegar a la meta nos dimos cuenta que nuestro nivel daba para una plata, lo que hubiese sido distinto obtenerla sabiendo que se podía un oro".
Para Yoselyn, defender la camiseta de nacional es un orgullo. "Una de las cosas que más me emociona es competir por Chile, sabiendo que hay un país apoyándome detrás me motiva a ser mejor", manifiesta.
Así como tuvo una participación destacada en los Panamericanos de Lima, la penquista sabe también de otros logros importantes. Brilló en los Juegos Odesur de Cochabamba y en el Campeonato Panamericano de Brasil, además de sobresalir en los mundiales junior de 2016 y 2017.
Cambio de casa
Mudarse se debió expresamente por las condiciones de entrenamiento que le entrega Curauma. Allí, la laguna tiene 2000 metros, que es la distancia en la que compiten, en contraparte con la de San Pedro, que posee 200 metros menos. Asimismo, en la región de Valparaíso se encuentra el Centro de Entrenamiento Olímpico.
"Llegué a Curauma para poder crecer como deportista. Aquí entreno con la selección en un ámbito más competitivo (deportivamente hablando, fuera del agua somos unidos como equipo) y con gente que tiene los mismos sueños que yo", sostiene.
Finalmente, con el fin de las competencias en este 2019, el objetivo se centra en lograr un boleto para los JJ.OO. "Por ahora se acabó el calendario a nivel de selección, se viene el nacional que será en San Pedro. Pero el otro año espero estar en la clasificación continental para Tokio y clasificar por supuesto", cierra.