Alfonso Levet G.
Molestia generó la poda de un añoso ciprés entre los visitantes que llegaron durante el fin de semana a visitar a sus familiares, en el Cementerio Municipal de Lota.
Las redes sociales también hicieron eco del descontento, con comentarios en los que se criticó la medida y se cuestionó el objetivo de la misma.
Al interior del camposanto, y aunque no había público visitante debido a la lluvia del día de ayer, se podía corroborar que habían ramas entre los sitios ya ocupados e, incluso, había restos del árbol sobre las tumbas.
Trabajadores del cementerio confirmaron haber recibido reclamos de manera verbal de parte de los visitantes. "Nos preguntaron por qué lo iban a cortar, y también alegaron que había ramas sobre las sepulturas", aseguró una de las personas que laboran en el camposanto.
Sin embargo, ninguna de las quejas fue estampada en el libro de reclamos, aseguraron en la oficina de Administración del recinto municipal.
Tala por seguridad
Los trabajadores administrativos informaron de la ausencia del administrador del cementerio, por lo que la Dirección de Desarrollo Comunitario de la Municipalidad de Lota explicó el trabajo que se está realizando con el añoso árbol del cementerio.
"Desde el año pasado estábamos recibiendo sugerencias de los mismos visitantes, respecto a lo peligroso que estaban esas ramas", aseguró la directora Fabiola Andaur.
La funcionaria detalló que en un primer momento la intención era sólo hacer una poda segura que pudiera dar más seguridad a las familias que visitan tumbas bajo la copa del mismo árbol, y a los visitantes en general.
Tras visitar el lugar, "los especialistas dijeron que no podía ser sólo poda, porque el árbol es muy grande y estaba levantando (el terreno) que está lleno de sepulturas alrededor".
Así fue que la municipalidad cambió la orden de compra a "poda y tala", ya que el ejemplar no puede simplemente botarse, debido al tamaño, y a la cantidad de sepulturas que lo circundan.
Andaur detalló que el trabajo está aún en proceso y podría tomar una semana o más, "porque el árbol es demasiado grande y es un trabajo que hay que hacer con cuidado, para evitar daños a los trabajadores y a los visitantes".
La directora aseguró que el retiro del árbol no es para tener más espacio, y agregó que, incluso, desde la administración del cementerio se está estudiando qué árboles podrían plantarse en los pequeños espacios disponibles al interior del recinto, para dar sombra a los visitantes.
Sobre las ramas en las tumbas, Andaur dijo que "lo que están haciendo es ir amarrando las ramas, cortando y retirando el mismo día (...) las ramas que quedaron abajo es una especie de colchón para que, si cae alguna rama, no caiga con la misma fuerza sobre las tumbas".
Por tratarse de un único ejemplar, la poda y tala no habría requerido de un permiso especial, asunto que fue confirmado desde Conaf, desde donde explicaron que si el árbol no constituye bosque, no hay problema en cortarlo.
"Del año pasado estábamos recibiendo sugerencias de los mismos visitantes".
Fabiola Andaur, Dideco