Penquista se la juega dirigiendo en el aguerrido fútbol uruguayo
Felipe Lazcano dirige a Salus FC en la Primera División Amateur. En 2018 fue ayudante en Montevideo Uruguay.
Busca fortuna lejos de casa. A los 28 años de edad, el penquista Felipe Lazcano rompe esquemas al dirigir al Salus FC en la Primera División Amateur de Uruguay.
La fortuna la busca desde 2016, cuando dejó de lado la profesión de periodista para viajar a la nación charrúa a estudiar la carrera de DT, la que termina este año.
"Dirigir en otro país, y en particular en uno donde se vive, respira y come fútbol, es impresionante", señaló Lazcano, quien viene de una familia futbolera, pues su hermano Fernando juega en Ñublense, mientras que su padre fue dirigente de Naval.
"Acá cuando entra el equipo a la cancha, lo primero que te gritan es 'vamos a meter', en vez de 'vamos a jugar bien'. Te celebran más un tranque ganado o un despeje que un pase gol", aseguró, y agregó que "de todo eso se aprende. La verdad es que siento que ha sido una tremenda escuela para empezar".
De su labor en Salus FC, donde ayer jugaba ante Oriental con la presión de dejar el último lugar de la tabla, expresó que "la experiencia que he adquirido es lo más importante. Debo dar las charlas, planificar las semanas de entrenamiento, y a la vez improvisar, porque el mío es un equipo amateur, con jugadores sin contrato. Un día planificas entrenamiento para 25 jugadores y te llegan 18".
"Después están todos los detalles y situaciones que van apareciendo en el camino, y sobre las cuales hay que tomar decisiones. Eso te va llevando a crecer. Más allá de los resultados, que no se están dando (antes del lance de ayer, Salus FC sumaba tres puntos en diez cotejos, y sin triunfos), creo que en ese sentido ha sido un tremendo año", aseguró.
De su día a día indicó que "vivo en una residencia estudiantil, en la que además trabajo en la tarde-noche. Entonces, allí tengo alojamiento y un sueldo. Eso me ayuda bastante, ya que me permite pagar los estudios y la comida. Lo que gano como entrenador en la mañana, me queda para mí. Y como no pago alojamiento ni gastos comunes, estoy muy bien en lo económico".
En la residencia, además, encontró el amor. "Estoy pololeando con una uruguaya que conocí ahí", comentó vía Facebook mientras viajaba en micro por la capital.
"Acá te celebran más un tranque ganado o un despeje que un pase gol. De todo eso se aprende".
Felipe Lazcano