Karen Loreto Retamal

Camaleónica es una palabra que le calza perfecto a Yamila Reyna. Es que la argentina, quien lleva varios años viviendo en Chile, ha hecho de todo. Muchas la recuerdan como bailarina, otros como actriz y otro tanto como cómica. Ella no se pone una etiqueta determinada, sino que apela a lo que uniforma cada uno de sus talentos: ser artista.

Ahora, luego de tener exitosos papeles en la televisión, la trasandina decidió volver al stand up comedy, el mismo con el que hizo reír el año pasado a los asistentes al Festival de Dichato. Demostró que hacer reír es algo que le sale natural. Ahora, estrenó su más reciente espectáculo titulado "Libre Soy", el cual inicia sus fechas de gira en octubre.

Sobre este show, comenta que "está inspirado en una catarsis y cambio de piel, que vivo al cumplir los 40 años y la mejor forma de representarlo tiene que ver con la diversidad de pensamiento y riéndonos de las propias desgracias para ser un poco más feliz. Después de diez años en el stand up, con este espectáculo quiero consagrar mi carrera en el humor. Está hecho con mucho profesionalismo, honestidad y respeto, pero por sobre todo, con mucho cariño".

Una catarsis

Este desafío motiva a Yamila, quien reitera que lo suyo siempre va por lo artístico. "Soy muy camaleónica y me encanta. He luchado y he peleado mucho con la TV y los productores y con el mundo de espectáculo. En este país te dicen o sos actriz, o sos standanpera, o sos animadora. Para mí no existen los 'o', para mí existen los 'y'. Vengo de un padre que era un gran artista y que me enseñó que las cosas siempre se hacen bien y yo siento que cada trabajo que he hecho, lo he realizado bien y trabajo mucho para ese resultado", revela.

En ese sentido, asegura, "respeto mucho al público y trabajo mucho para que los resultados sean profesionales y sea un buen resultado como el de ahora con 'Libre soy'. Si me decís si me tengo que definir, yo me defino como una artista".

Hoy está chocha con su nuevo espectáculo, pues ha sido fruto de mucho tiempo de trabajo y de experimentar como persona, como mujer, cómo es el paso a las cuatro décadas.

"Toca un poco la ironía de que cuando nos convencemos de que somos libres y felices, cuando en realidad no es tan así. También tiene que ver con que hoy me siento con la libertad de decir lo que quiero decir y no lo que la gente espera de mí. Mucho tiempo intenté adaptarme a lo que la gente quería escuchar de mí, pero siento que esa no era yo. Esta soy yo, la que está con 'Libre soy'. Primera vez que me atrevo a escribir un texto, junto con un equipo de guionistas por supuesto", señala.

En ese sentido, para ella, el guión de la rutina es muy honesto. Además, "es un texto que está tratado con mucho respeto, pero toca con humor e ironía todas las instituciones cotidianas como la vida en pareja, la revolución social, con un punto bien diferente y peculiar del feminismo y sobre todo derrumbar un poco los paradigmas e invitar tanto a hombres como mujeres a que nos demos cuenta que la vida es mucho más simple, que hay que aprender a reírse mucho más de uno para ser feliz".

-¿Te costó hacer el guión?

"Me costó mucho, porque fue una crisis personal mía, de llegar a los 40, de replantearme muchas cosas. Si era feliz o no con la vida que tenía. De ahí decanta el título. Libre Soy fue un proceso largo, de mucha paciencia y amor".

-Llevas varios años en el stand up ¿Qué se necesita para entrar en este tipo de humor?

"Se necesita trabajo, muchísimo. Paciencia, muchísima. Y muchísimo amor, muchísimo. Creo que cualquiera puede hacerlo. Soy de las personas que cree que el no puedo no existe. Soy partidaria del que si quiero, puedo. Lo que sí considero es que es un trabajo arduo, de mucho ahínco. El stand up es un trabajo en serio".

-¿Qué te parece que las mujeres tengan hoy el espacio que se merecen en el humor?

"Está bien, ya era hora. Ya hemos tenido algunas comediantes mujeres antes, pero aún no tenemos el lugar que realmente merecemos, porque se contrata a tres hombres y a una mujer. Entonces, que todavía no tenemos igualdad, pero para allá vamos. Las mujeres que hoy estamos en la comedia, nos merecemos estar donde estamos porque trabajamos igual que los hombres, o más porque tenemos que luchar con los prejuicios. Tenemos que cuidarnos de muchas cosas. Yo vengo de los años donde no se me permitía decir garabatos y a mis compañeros sí".

-¿Crees que hay límites también para el stand up y las rutinas?

"Hoy está todo muy susceptible. Creo que no hay limitaciones si tú sabes decirlas. Claramente hay cosas que ya no se pueden decir, como mofarse de los gays o los gordos. Cuando uno comienza por reírse de uno, es el permiso para hacerlo del resto. Yo siempre me he tomado esas licencias, porque siempre parto por mí y lo tomo siempre con respeto".

"Las mujeres que hoy estamos en la comedia, nos merecemos estar donde estamos".

Yamila Reyna