Karen Loreto Retamal
Todos los fines de semana, Alejandro Alarcón va a la Vega Monumental, donde se abastece con frutas y verduras, a las cuales ha visto cómo su valor se ha incrementado.
"Durante las últimas tres semanas, los precios en la Vega Monumental han sufrido una leve variación, principalmente en verduras que vienen del norte, y también las frutas que vienen del extranjero. Por ejemplo, los plátanos de $700 subieron a $1.200, aproximadamente. El resto se ha mantenido", indicó.
Dicha situación la confirman los locatarios del centro de abastecimiento penquista. Mireya Araya ha estado más de 40 años en el lugar. Para ella, lo que ha ocurrido en el último tiempo, con la crisis social, ha generado cambios en los valores. "Por ejemplo, el morrón, que comprábamos a $13.000 (el cajón) ahora lo hacemos a $22.000. Imagínese la diferencia. El tomate esta semana lo compramos a $16.000; la zanahoria la semana pasada la compré a $13.000 y ésta bajó a $9.000. Compré plátano ayer a $25.000", detalló.
Consultada sobre el origen de esta alza, Araya, cuyo local es "El Palacio del Ají" (ubicado en el Patio 5, pasillo 4), explicó que "llega caro desde Santiago, no sé qué pasará allá. Al que le compramos aquí, nos da esos precios. No sé si serán ellos los que se aprovechan o no, pero dicen que está caro. Nosotros estamos comprando plátano venezolano, comprábamos entre $15.000 a $20.000, ahora se compra a $30.000. Es mucha la diferencia".
Factor dólar
El académico de la UBB y asesor de Corbiobío, Ariel Yévenes, indicó que en lo coyuntural hay ciertos productos como los perecederos, cuya cadena de abastecimiento debe ser más eficiente.
"Cuando uno tiene, de repente, rutas que están cortadas a ciertas horas del día o ineficiencia en el transporte o hay paro de transporte, aunque esto sea de un día, en estos productos que son más perecederos, uno nota un impacto inmediato. De repente puede haber un día que se encuentra menos cierto tipo de producto, o con más retraso, o llegan a un costo más elevado", indicó.
De igual modo, el experto identificó que entre el comercio y la relación con el consumidor final, hay tres efectos importantes: el impacto directo del saqueo y la destrucción de locales. Otro se relaciona con los negocios más pequeños. Ante el escenario, sus ventas han caído fuertemente. Y, por último, "la incertidumbre. Esto es más complejo que lo que ocurre en un terremoto. Uno sabe que la situación fue de orden natural, inesperada y que es difícil que se repita en el corto plazo. En este caso hablamos de una situación de orden social y por lo tanto, mucho inversionista se pregunta: esto pasó ahora ¿podrá pasar en dos meses más de nuevo? ¿seis meses más? Por lo tanto, éstos empiezan a retrasar sus inversiones para esperar cómo esto se estabiliza bien", añadió.
El docente de la Facea de la Ucsc, Andrés Ulloa, manifestó que "al inicio se produce un efecto de escasez y especulación que hace subir los precios rápidamente. Pero de allí deben volver al equilibrio a medida que se reduce la incertidumbre. Pero es lento porque también sube el precio del dólar y después el combustible y se afectan todos los precios (…) Esto dura mientras haya incertidumbre y también depende del manejo del Banco Central".
Según Sergio Fernández, académico de la Ucsc, en la economía chilena, otro factor que puede provocar subidas en los precios es el alza del dólar. "Dependemos de muchos productos importados para satisfacer la demanda. Este factor hace que los costos de adquisición suban y los vendedores obviamente traspasarán ese mayor costo a los consumidores", sostuvo.
"Llega caro desde Santiago, no sé qué pasará allá. Al que le compramos aquí, nos da esos precios".
Mireya Araya, locataria