Los comerciantes de Talcahuano decidieron no pagar sus patentes en señal de protesta por lo que llaman la excesiva presencia de comercio fuera de la ley en las calles, y que significarían un detrimento a su actividad regulada.

Tras reunirse con representantes municipales para tratar este asunto, Manuel López, vicepresidente del Comercio Establecido de Talcahuano, dijo que "es imperante solucionar este problema, ya que el comercio ilegal se ha transformado en un foco de suciedad, malos olores y delincuencia. Las calles están tomadas por ellos y por lo tanto la gente no puede transitar con tranquilidad".

Debido a esto y tal como se señaló, a modo de protesta los locatarios decidieron no pagar sus patentes, trámite que expiró ayer. "El próximo jueves realizaremos una asamblea, en donde participaremos 350 personas y decidiremos si seguir o no con esta medida de presión. Todo dependerá de si vemos algún gesto positivo del municipio", añadió.

Cabe explicar que los locatarios exigen un ajuste a la ordenanza municipal relativa al comercio.

López enfatizó en que la lucha de ellos es contra de lo que denominan comercio ilegal y no contra los vendedores ambulantes. "Nosotros no queremos coartar a los emprendedores, sino que exigimos que todo se haga en un marco de legalidad. Todos somos personas de esfuerzo y por lo mismo la normativa debe correr para todos por igual".

En concepción

En el caso del centro penquista, la vicepresidenta de la Cámara de Comercio Turismo y Servicios de Concepción, Sara Cepeda, sostuvo que están muy preocupados pues ven que el comercio ilegal crece.

"Cada día parece que aumenta el número de ambulantes. A pesar de que hemos tenido reuniones constantes con la municipalidad y la Gobernación, no vemos resultado".

Asimismo, criticó la falta de fiscalización por parte de los inspectores municipales. "Nadie está respetando los espacios públicos y las autoridades deben hacer cumplir la ley y permitir que el comercio establecido, que cumple las normas pueda ejercer su actividad económica en forma tranquila".

31 de enero era el plazo máximo que tenían los comerciantes para pagar sus patentes.