Chorero bajo alerta naranja por coronavirus en Singapur
El universitario Víctor Retamal relata el panorama en el país, donde debe movilizarse con mascarilla por precaución.
Cuando el estudiante de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad de Concepción, Víctor Retamal (23) decidió hacer su práctica profesional en el Sudeste Asiático, nunca se le pasó por la mente que estaría en el tercer país con más infectados por coronavirus tras China y Japón.
Y no es menor, pues Singapur, país al que llegó el 11 de diciembre pasado tras haber viajado por Beijing y Guangzhou (China), acaba de activar la alerta naranja por la detección de 40 nuevos casos. Es decir, es el tercero más elevado en el sistema de cuatro niveles y significa una propagación limitada de la enfermedad en el país. Por tanto, se sugiere movilizarse con mascarilla.
Para su fortuna, cuenta Víctor, el brote del virus se hizo noticia a las dos semanas de instalarse en su nuevo hogar. Aun así, dice que desde ahí se mantiene alerta a cualquier tipo de contagio, pues piensa quedarse hasta fines de junio, cuando termine su estadía de seis meses allá.
"Antes de llegar a Singapur estuve tres semanas viajando, por lo que, obviamente, todos estaban preocupados de lo que me podría pasar. Luego para el Año Nuevo Chino (28 de enero) me vino a ver mi papá, que trabaja en China. Fue algo complicado, porque él venía de allá, pero menos mal nunca fue portador", relata el universitario, quien no deja de estar atento a su salud.
Alerta Naranja
Si estar allá ahí ya es dramático, en Singapur este viernes elevaron una tercera alerta de una escala de cuatro. Este tipo de advertencia se implementó, por ejemplo, en 2009 con la fiebre porcina H1N1, lo que se traduce en una enfermedad "severa" y de "contagio fácil".
Respecto a lo anterior, Retamal detalla que "acá en Singapur somos el país del Sudeste Asiático con más afectados. Por lo mismo se están tomando todas las medidas de prevención, se cancelaron todas las actividades extraprogramáticas en los colegios, además que están dejando trabajar desde los hogares. La gente sale de sus casas solo si es muy necesario".
En lo personal, el estudiante agrega que ya le entró el miedo de ser contagiado. "En un principio me daba igual, porque son cosas que uno jura que nunca le van a pasar. No le había tomado tanto peso. Pero ahora que están cerrando las fronteras, estoy preocupado", confiesa.
Agrega que "hay que estar muy atento, tomar vitaminas y andar con mascarillas y alcohol gel, porque uno nunca sabe. Y si me llegara a contagiar sería terrible, porque estoy viviendo solo y no tengo a nadie de confianza. Por eso prefiero prevenir que curar".
Extraña su casa
Cuando es consultado por si extraña el Biobío, en el contexto sanitario en el que se encuentra, no escatima asentir sobre todo en lo que tiene que ver con las comidas y en las relaciones personales. "Echo de menos hartas cosas de la cultura chilena, como por ejemplo saludar de mejilla. También los completos, hamburguesas, carne mechada y los asados. Y por otra parte el precio del alcohol, porque acá es demasiado caro. Una botella de vodka puede llegar a valer $40 mil", finaliza el joven que vive en la ciudad estado de Singapore.
"Acá en Singapur somos el país del Sudeste Asiático con más afectados".
Víctor Retamal, estudiante