Penquistas ajustan sus rutinas laborales para cumplir toque de queda
Representantes de trabajadores cuentan cómo los ha afectado la medida decretada por el Gobierno. Algunos señalaron que no es suficiente.
Trabajadores y empresas de la región del Biobío aseguraron que se adaptarán a las medidas que el gobierno señale, tal como ocurrió con el toque de queda que partió este domingo desde las 22.00 hasta las 5.00.
La principal labor tanto de emprendedores como de laborantes fue conseguir salvoconductos o gestionar formas para no sufrir inconvenientes.
No obstante, hubo casos de trabajadores que aseguran que esta medida responde más a una predilección de lo económico por sobre lo sanitario.
Roberto Burgos, presidente de la Federación de Sindicatos de Masisa, dijo que "para el salvoconducto se establecieron algunas fórmulas. Hemos hecho los ajustes para mantener las líneas operativas, pero para nosotros la cuarentena sería la mejor opción por nuestra salud. El toque de queda no es suficiente".
Burgos añadió que "el segmento que labora en las líneas es el que trabaja normalmente y que no pudo optar al teletrabajo".
Iván Montes, presidente del sindicato Enap-Petrox, señaló que hay un reordenamiento con cambios de turnos. "Tenemos una jornada de 12 horas, lo que se implementó antes del anuncio del toque de queda, con el fin de prevenir problemas".
Montes explicó que "antes era de 8 horas con tres turnos que se rotaban durante el día. Ahora con las 12 horas se baja el intercambio y hay más días de descanso. Quienes operan en la madrugada no necesitan el salvoconducto, por ahora, ya que entran a las 20.00 y salen a las 8.00".
Finalmente, señaló que "estamos pidiendo a la empresa que gestione con las autoridades para que las credenciales de identificación más el carnet de identidad reemplacen al documento en papel".
Por su parte, Héctor Medina, presidente del Sindicato N°1 de Huachipato aseguró que se aplicó una medida muy similar a la de Enap. "Las complicaciones son varias, pero estamos dispuestos a acatar todo porque, si no, no podríamos funcionar. De todas maneras llamo a las autoridades a defender a las industrias del país. Tenemos que seguir para evitar un colapso económico", contó.
El taxista chorero Jorge Briones añadió que "en nuestro rubro la situación ya estaba mala y esto no nos cambia demasiado porque ya no hay gente en las calles. Si el toque de queda fuera por otro motivo, sería más difícil. Lo estamos asimilando de otra forma porque imaginamos que esto podría pasar".
Ordenamiento
Ronald Ruf, gerente general de CPC Biobío analizó que la medida del toque de queda "será complicada al comienzo por posibles descoordinaciones, pero económicamente no va a tener un impacto negativo".
Ruf explicó que "hemos hecho la verificación con varias empresas de logística y hasta ahora no han existido problemas porque se pueden reordenar".
Además, agregó que "hay que movilizar en buses al personal de todas las empresas productivas. Este proceso de toque de queda tiene que ver con procesos sanitarios y no con desórdenes. Claramente existen mayores facilidades".
Ariel Yévenes, economía de Corbiobío concordó con ello y señaló que "la única manera de que hubiera un efecto más fuerte, más marcado, es si esa medida tomada por el gobierno fuera durante el día".
Yévenes agregó que "la reducción de actividades ya ha afectado específicamente al sector del comercio y de los servicios que trabajan de manera más independiente. Las grandes empresas pueden ir reprogramando turnos, ya que son productos de consumo que van a exportaciones con volúmenes altos".
Finalmente, el experto señaló que "la principal duda es por cuanto se extenderá esta emergencia. Yo creo que las medidas se intensificarán".
7 horas dura el toque de queda establecido por el Gobierno: de diez de la noche a 5 de la mañana.