Trabajadores de los restoranes piden vuelta segura al trabajo
Muchos de los que se desempeñan en el rubro gastronómico están en posición de reinventarse en el corto plazo.
El rubro gastronómico ha sido uno de los más afectados por las consecuencias del covid-19. En ese sentido, los garzones han sido de los más perjudicados y han debido recurrir a otras alternativas para subsistir. Las propinas forman parte de la mayoría de sus sueldos y hoy no avizoran una pronta vuelta a sus labores.
Aseguran que, de regresar, lo importante es que sea con buenas medidas de seguridad, tanto para ellos como para los clientes. Hoy, sin embargo, muchos están empezando en reorientar sus esfuerzos.
Miguel Moya es garzón en el Casino Marina del Sol, además de formar parte del Sindicato N°1. Su vida antes del coronavirus estaba dedicada absolutamente al rubro gastronómico. "Actualmente la empresa se acogió a la Ley de Protección del Empleo. Tuvimos una reunión con la empresa y me sorprendió la actitud de ellos, ya que dijeron que consideraban una locura abrir pronto, lo que demuestra una preocupación por la vida del público", contó.
No obstante, indicó que la situación es muy complicada para el oficio. "Si eres cocinero, te puedes reinventar con actividades relacionadas a lo culinario, dedicarte al delivery, por ejemplo. Sin embargo, un garzón debe hacer una cosa diferente". Moya agregó que "tengo amigos que tienen nuevos emprendimientos y tengo un par de amigas que han recurrido a rifas".
Otro caso es el de Gustavo Vergara quien decidió empezar con un delivery de tapas españolas mientras la emergencia dure, ya que no puede ejercer como garzón. "Es la única manera de generar ingresos porque en estos momentos no hay trabajo. Estando part-time, un mozo gana 200 mil, pero con las propinas se sumaba mucho más. Ahora eso ya no está", dijo. "Para el Día de la Madre vendí muchas tapas, que son tablas tipo españolas. Vendo una promoción con una botella de sangría. El fin de semana hice unas 50 entregas, lo que no es menor", agregó. Incluso dice que está pensando en dedicar más tiempo a esto. "Como me ha ido tan bien, podría pensar en solidificar esto mucho más. Con la garzonería hay que esperar cuando la emergencia termine".
Allison Duarte tiene cuatro años de experiencia como garzona. Al igual que los casos anteriores, su contrato está suspendido. "No estoy prestando servicios. Mi sueldo es un 33.3% del total de lo que recibía. El otro porcentaje es de las propinas". Su pronóstico no es muy alentador. "Encuentro que la situación es muy complicada, porque el servicio de gastronomía implica que las personas permanezcan casi como huéspedes en un lugar. Si tocan algún plato y llega a haber un contagiado, puede infectar a quienes trabajamos y al resto".
Es por eso que Duarte indicó que "la única solución es reinventarse, más que esperar a que todo termine. La gente puede comer en su casa. Hay varias ideas entretenidas y muchos emprendedores han aprovechado la oportunidad". Finalmente dijo que "yo vendo zapatillas y tengo una tienda online de ropa para mujer, pero también estos proyectos están suspendidos debido a la cuarentena".
Mauricio Aguilera es cocinero del Casino Marina del Sol e indicó que ha sido uno de los pocos afortunados de poder seguir trabajando. "No me cancelaron el contrato y he podido seguir trabajando. He tenido buena suerte, pero igual es una lata esta situación para mis compañeros y para todos quienes forman parte del rubro", dijo. A pesar de ello, también tiene un proyecto aparte. "Con mi pareja hicimos una mini pyme y empezamos a vender sushi para no quedar cojos, ya que ella igual trabaja en el casino, pero le suspendieron el contrato".
"La única solución es reinventarse, más que esperar a que todo termine. Hay varias ideas entretenidas".
Allison Duarte