Mario Vera Sepúlveda
Con la confianza de que el estar alejados de las zonas más urbanizadas contribuya a evitar contagios por coronavirus, aunque preocupados por la situación sanitaria y el impacto económico de la pandemia, se encuentran los habitantes de algunas de las caletas de pescadores de la región.
Enzo Escobar, habitante de la isla Santa María, señaló que a diferencia de lo que ocurre en Chile continental, en el área isleña aún pueden caminar con cierta libertad, sin mayores restricciones. "Acá no falta nunca comida, cualquier cosa uno va a sacar mariscos", indicó el presidente de los pescadores de Puerto Norte.
No obstante, manifestó su preocupación por los viajes que realizan personas que no residen en la isla, declarando que "no hay control, sigue entrando gente y eso como isleños nos tiene preocupados, porque la vida en el continente es muy, muy diferente a lo que pasa acá".
Dijo que lo han conversado con las autoridades respectivas sin obtener una respuesta positiva ante algunos requerimientos, como por ejemplo que solo sean isleños quienes viajen una vez cada 15 días a comprar provisiones.
En Caleta Llico, en tanto, Marta Soto comentó que su marido ha podido seguir pescando, pero que de todas formas no sale mucho porque las ventas "no han estado buenas como en un periodo normal, así que no saca nada con salir a pescar porque no hay a quién venderle".
Escobar, de la isla Santa María, corrobora dicha información asegurando que "los botes están trabajando, pero menos porque no es lo mismo que antes, ejemplo antes uno salía tres días y ahora uno".
Héctor Ramírez, por su parte, vive de la pesca hace más de 30 años en Caleta Tubul. Sostuvo que en su familia nadie se ha enfermado y "esperamos que siga así. Hemos seguido por la tele la situación así que tratamos de no salir mucho, solo a pescar".
Agregó que el suministro de alimentos no ha sufrido merma a excepción de los primeros días que "todo el mundo se abalanzó sobre las cosas, pero ahora está normal la cosa".
Apoyo
El director zonal de Pesca y Acuicultura de Biobío y Ñuble, Óscar Henríquez precisa que a los pescadores "les ha disminuido todos los canales de comercialización, hoy tienen un poder de compra negativo, no pueden sacar sus productos de las caletas y si bien hoy pueden pescar, no tienen a quién vender".
Agregó que a la espera de que pase el periodo más duro del covid-19, desde Sernapesca se enfocarán en la promoción de consumo de pescados y mariscos "que dinamiza la actividad económica pesquera".
"No sacan nada con salir a pescar porque no hay a quién venderle"
Marta Soto,, habitante Caleta Llico