Karen Loreto Retamal

El confinamiento preventivo debido al coronavirus puede no solo evitar que las personas se contagien con el covid-19, sino que también generar otros fenómenos sociales muy diferentes entre sí: baby boom y los divorcios.

Baby boom

Luego del terremoto de 2010 aumentaron los nacimientos. Según datos del Registro Civil, en octubre de 2010 (nueve meses después del evento) hubo 2.338 partos y hasta el 31 de marzo de 2011 se registraron 14. 675 bebés.

Magdalena Espinoza es una de las madres que quedó embarazada post 27-F. Según relató, "justo se me acabaron las pastillas anticonceptivas. Las farmacias estaban cerradas o algunas tenían largas filas, por lo que me descuidé".

Hoy su hija tiene nueve años, al igual que la de Tania Aravena, quien contó que "con mi esposo vivimos la época del terremoto con un año de matrimonio. Tras la experiencia, nos unimos más y decidimos intentar tener nuestro primer hijo. En parte fue por la experiencia vivida, donde vimos a amigos perder a sus familias, sus hogares. Pensamos que si nos pasaba algo, éramos los dos y quisimos hacer crecer nuestra familia".

Carlos Ibarra, director de Pedagogía en Educación Media en Historia y Geografía de la USS, explicó que "es habitual que en coyunturas críticas se den aumentos de nacimientos (baby boom se les llama coloquialmente), y también cuando hay temporadas deportivas como mundiales u olimpiadas, en los países donde se dan estos eventos curiosamente coincide el fenómeno, aunque la mayor cantidad se ha observado en catástrofes. Ocurrió tras el terremoto del 27 de febrero. En la actual coyuntura, ciertamente puede darse una explosión de nacimientos".

Deisy Chandía, socióloga del Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Comunicación, Historia y Ciencias Sociales de la Ucsc, explicó que en "todas las situaciones de cambios sociales también involucran cambios a nivel general de las estructuras sociales que vemos a nivel de las relaciones. Dado el escenario, se provocan situaciones que no estaban planificadas. Una de éstas es el embarazo, que en muchos casos se da por diversos factores".

Profundizó que este se vive como un momento que en muchos casos no estaba planificado y que no se da por un factor, sino que por varios. "Este entorno en el que se nos pide distanciamiento social, que provoca temor en la población, provoca también que descuidemos algunas cosas que teníamos más o menos ordenadas y una de ellas pueden ser los tratamientos para controlar la fecundidad. Pero también el hecho de sentir más del otro ante el temor externo, provoca también fenómenos de proyectarnos en lo único que tenemos un poco más seguros, que eso también se ve afectado, que son las relaciones familiares. Pero eso finalmente proyecta ese temor al exterior a cuestiones que uno podría tener más seguro. Puede ser parte de eso el fenómeno", dijo.

No obstante, para el sociólogo de la Unab, Carlos Osorio, "no sé si pueda existir un baby boom luego de la pandemia, porque la situación puede permitir planificar situaciones de aumento de natalidad, a diferencia de otros contextos".

Añadió que "acá puede ocurrir que las personas que tienen más acomodo económico tienden a tener más capital cultural, información y van a hacer un cálculo si conviene o no tener hijos, pues pueden controlar la fecundidad. En contrapartida, en las poblaciones más vulnerables, con menos acceso a la información veremos cómo el ámbito de la salud reproductiva ha estado en tela de juicio y relegado en el marco del covid. Quizás ahí habrá un aumento de embarazos no deseados o condiciones que faciliten que la prevención sea más difícil de acceder".

Divorcios

De acuerdo al Registro Civil, desde enero a mayo de este 2020, se han registrado 12.676 divorcios. Debido a la situación mundial, la solicitud ha bajado entre marzo y mayo. El primer mes de pandemia hubo 2.888; mientras que en abril fueron 1.430 y en mayo 713. De esta manera, el alza se suscitaría una vez controlado el virus.

Luis Silva, sociólogo y académico de Administración Pública de la USS, sostuvo que es esperable que sucedan cambios al interior de las familias tras eventos como la pandemia, y así se ha evidenciado a nivel global, comenzando por China. "Hay muchas dimensiones que influyen, tanto en el fenómeno de aumento de nacimientos, como en el aumento de divorcios. Dentro de las dimensiones más influyentes se encuentran el contexto relacional y el uso del tiempo, así como la disponibilidad de espacios y las condiciones socioeconómicas", dijo.

En cuanto al ámbito relacional y uso del tiempo, actualmente, es bastante habitual convivir 24 horas al día con la pareja, situación que supone una drástica reducción de nuevos temas y pérdida de elementos novedosos. "Esto puede implicar una monotonía que puede desembocar en el desgaste en la comunicación. Esta situación es equivalente a lo que sucede en vacaciones, instancia en la cual aumenta la cifra de divorcios producto de lo señalado anteriormente y de la detección de fallas en la relación", añadió.

"No sé si pueda existir un baby boom luego de la pandemia

Carlos Osorio, sociólogo

"Hay muchas dimensiones que influyen

Luis Silva, sociólogo

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