Los relatos de adultos mayores que le ganaron al coronavirus
Aunque llegaron a estar graves luego de contraer el covid-19, lograron recuperarse. Aquí tres de ellos cuentan su experiencia y las secuelas que les dejó el contagio que los tuvo hospitalizados.
Desde que se desató la pandemia por covid-19 los adultos mayores han sido la población más afectada por el virus, atacando a 317.657 a lo largo y ancho de nuestro país. Afortunadamente, varios de ellos han logrado recuperarse.
Uno de esos casos es el de María Salgado, de 73 años de edad y oriunda de Santiago, quien cuenta que debió ser trasladada de urgencia al Hospital Regional de Concepción, lugar en el que pasó cerca de un mes internada tras contraer coronavirus a través de su esposo, que trabaja en La Vega capitalina.
"No sé cuando llegó la ambulancia y en La Posta, me hicieron un espacio para dejarme allá y después me entubaron, llamaron a mi hijo en la madrugada para avisarle que me mandarían a otro lado y si daban el consentimiento, porque tenía que contestar al tiro. Estuve tres días donde me iban a llevar a Los Ángeles, pero estaba lleno, así que me trajeron a Concepción", relata la mujer, quien estuvo en la UCI del recinto y luego en el Traumatológico, cuando mejoró su condición.
"Cuando desperté en la UCI me dicen ¿sabe dónde está usted? y le respondí que no tenía idea, me contestan que estaba en Concepción, a lo que digo sorprendida ¿y por qué estoy acá? Me dicen que es porque estaba muy mal, casi muerta. Me llevaron en helicóptero", agrega.
Tras recuperar la conciencia, María cuenta que pudo contactarse con sus hijos por videollamada. "Me las lloré todas", dice, sin poder ocultar su emoción al recordar este episodio de su vida.
Hoy asegura que ya puede realizar una vida casi normal, aunque se cansa más de lo habitual en sus actividades cotidianas.
Drama
Fernando Gutiérrez comenzó su drama cuando el pasado 4 de abril supo que su examen de PCR dio positivo. "La verdad es que no sé cómo me contagié exactamente, pero creo que fue en una visita al banco, donde no tuve contacto con ninguna persona, solo con los cajeros automáticos, por ahí tiene que haber sido".
Dice que hasta el 9 del mismo mes estuvo aislado en su domicilio "solo tomando paracetamol", pero que ese día la fiebre y la tos se volvieron insostenibles, "así que llamé al 131 para que me vinieran a buscar y me llevaron al Hospital Higueras, donde me dijeron que me iban a pasar a UCI y ahí ya no me acuerdo. Perdí la noción del tiempo y no sé cuánto estuve ahí. Solo después a través de mi señora supe cuánto tiempo estuve allá y cuándo me trasladaron a la Clínica Bío-Bío".
Gutiérrez dijo que pasó cerca de dos semanas en coma inducido, en los que perdió 11 kilos, los que afortunadamente ya está recuperando.
Señaló que desde que le dieron el alta el 1 de mayo se mantiene con ejercicios, ya que quedó con un problema de movilidad en su brazo izquierdo, probablemente por una mala postura, dañando nervios que van debajo del bíceps. "Quede con terapia por ese brazo, porque todo lo demás está bien, la parte pulmonar, tuve una arritmia cardíaca que fue tratada con electroshock, pero ahora sin problemas".
Contó además que su esposa también padeció de coronavirus, sin llegar al mismo grado de gravedad, pero que la situación desde lo emocional fue una experiencia muy dura tanto para él, como para su señora e hijos.
Felipe Molina narra la historia de su mamá, Teodocia Ramírez (foto de la portada), quien pasó 25 días en coma. Dice que ella se recuperó gracias a que no había muchas personas contagiadas a inicios de marzo. "Estuvo 15 días con dos o tres personas más en estado crítico y después empezó todo el revuelo de los contagios. Eso la ayudó porque tuvo más atención de los doctores a diferencia de lo que se ve hoy, que no dan abasto", sostiene.
Dice que su madre, de 62 años de edad, no es mucho de lo que se acuerda, y lo que pueda decir es lo ellos le han transmitido de este periodo. "Ahora está en recuperación porque perdió mucha masa muscular, entonces perdió fuerza en las manos, le cuesta un poco caminar, pero ya se está recuperando, podría decir que en un 80%. Mi papá por ejemplo todavía le ayuda a pelar las papas", sostiene Molina.
Concluye señalando que desde que le dieron el alta ella ha estado encerrada en su casa y en temas de congestión o resfriado no ha presentado síntomas de un rebrote del virus o alguna otra enfermedad respiratoria.
"Perdí la noción del tiempo y no sé cuánto estuve ahí
Fernando Gutiérrez
María Salgado
"Estaba muy mal, casi muerta. Me llevaron en helicóptero
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