Ignacio Silva

Cuando a fines de marzo en su empresa comunicaron que comenzarían a trabajar de manera remota, Andrea Díaz (30) se alegró. Según cuenta la abogada, que llevaba dos años trabajando como gestora hipotecaria en una firma de asesoría en gestiones de bienes, pensó que tendría mayor flexibilidad en sus tiempos y podría disfrutar de las comodidades de trabajar desde su casa.

"Pero no fue así", dice ahora. "Apenas empezamos con este sistema me di cuenta que el horario se extendió, todo comenzó a ser urgente y mis horas de almuerzo e incluso el de salida se perdieron".

La situación desencadenó en un cuadro de estrés severo y una licencia psicológica que desde comienzos de junio la mantiene alejada del que solía ser su puesto de trabajo. Pero su caso no es aislado: según un estudio de la consultora Randstad, el 51% de los trabajadores en Chile ha visto comprometida su salud mental desde el inicio del teletrabajo a causa de la pandemia. Un 35%, además, dice sentirse estresado por tener que balancear el desempeño laboral con el cuidado de niños y las labores domésticas.

"Era esperable que se dieran estos resultados porque estamos enfrentando una situación excepcional, que además obliga la implementación de medidas como cuarentenas y distanciamiento físico. Eso, tal como ha ocurrido en otros tipos de desastres como terremotos, por supuesto que genera efectos en la salud mental de las personas al corto, mediano y largo plazo", explica el psicólogo Eduardo Sandoval, especialista en psicología de crisis e investigador asociado de la Universidad Autónoma.

Para el profesional, el contexto es clave para entender lo estresante que se han tornado las jornadas de teletrabajo, aunque también hay características propias de lo laboral que afectan. "Para empezar, miles de trabajadores tuvieron que volcar sus procesos productivos de la noche a la mañana a la virtualidad. Eso implica que muchas personas 'transeúntes digitales' tienen que interactuar ahora y generar procesos productivos en entornos virtuales, probablemente relacionándose con muchas personas jóvenes, que la mayoría de ellas son nativos digitales", analiza el especialista. "El teletrabajo también tiene que convivir y compatibilizarse con todas las obligaciones, roles y tareas que todos los trabajadores tenemos dentro de nuestros hogares, como son el cuidado de los hijos, la vida en pareja, el tiempo para el ocio y la recreación, el descanso, el deporte. Entonces efectivamente se transforma en un factor tremendamente estresante para cualquier trabajador que antes se desempeñaba presencialmente".

La suma de factores, dice Sandoval, ha llevado a configurar un panorama preocupante desde la salud mental, en el que junto al estrés se han manifestado aumentos en los trastornos del sueño, trastornos de ansiedad, la irritabilidad y una alteración importante en los patrones de alimentación.

Recomendaciones

Pese al desenlace de su situación laboral, Andrea Díaz cuenta que en las primeras semanas de teletrabajo las cosas -al menos desde las cifras- parecían ir bien. "Los resultados nos sorprendieron, estábamos cumpliendo las metas y los trámites avanzaban rápido", dice.

"Efectivamente, el trabajo remoto está asociado a una mayor productividad del trabajador y a valores como una promoción de la autonomía, mayor ética profesional de los empleados y una promoción de la autorresponsabilidad", concuerda el Dr. Eduardo Sandoval. Pero advierte que es necesario seguir algunas recomendaciones para que teletrabajo cumpla sus efectos positivos.

"En primer lugar es fundamental mantener una actitud positiva. Es decir, promover un ambiente familiar y laboral que fomente una mentalidad positiva, flexible y optimista respecto a esta pandemia", dice el especialista. "También es importante tener una rutina que compatibilice armónicamente el trabajo con la vida familiar, estableciendo horarios claros y definidos para desarrollar este tipo de trabajo con límites saludables".

-¿Qué otras recomendaciones se podrían dar para llevar de buena forma el teletrabajo?

-Otro elemento importantísimo es establecer un lugar ordenado y cómodo para el teletrabajo. Es decir, un lugar con buena iluminación, con una infraestructura adecuada, con buenos niveles de conectividad. Que esta rutina laboral sea alternada con pausas saludables en que las personas puedan hacer actividades de relajación, de ocio o incluso de compartir con sus hijos. Eso, sumado a mantener estilos de vida saludables, lo que involucra cosas tan prácticas como contar con tres comidas diarias, tener un buen dormir, mantenerse hidratado y mantener un correcto higiene.

-¿Y desde el punto de vista de los empleadores?

- Desde el punto de vista de los empleadores resulta súper importante el establecimiento de un liderazgo que sea capaz de comprender la situación que estamos viviendo y de implementar mecanismos de evaluación del desempeño coherentes con la crisis actual. También se debe promover la autonomía de los trabajadores, darles confianza y promover procesos de retroalimentación efectivos. Y por supuesto, se debe permitir una compatibilización de las actividades profesionales con la protección del hogar. Sobre todo en aquellos casos en que hay niños.

"Los empleadores deben promover la autonomía de los trabajadores, darles confianza y promover procesos de retroalimentación y permitir una compatibilización con otras labores.

Eduardo Sandoval, psicólogo.