Piñera echa mano al Congreso para rearmar equipo y alinear al bloque
Mandatario sacó dos senadores y dos diputados para modificar su gabinete. El UDI Víctor Pérez, hasta ayer senador por Biobío Cordillera, asumió el Ministerio del Interior en lugar de Gonzalo Blumel.
Un mes y 24 días duró el equipo político que había remozado en junio el Presidente Sebastián Piñera. Ayer, el mandatario dispuso una cirugía mayor y decidió un cambio de gabinete que incluyó la salida del jefe de Interior, Gonzalo Blumel, quien alcanzó a estar nueve meses exactos en el cargo.
Tal como había hecho recientemente, el sentido de los movimientos apuntó a recomponer las relaciones entre La Moneda, la UDI y RN, que quedaron particularmente maltrechas a lo largo del debate por la reforma que permitirá el retiro de hasta el 10% de las AFP.
"Convoco a este gabinete y a Chile Vamos a enfrentar esta nueva etapa con espíritu constructivo, convicciones, unidad, fe y esperanza", dijo el Presidente.
Y tal como hizo en la última etapa de su Gobierno anterior, Piñera volvió a apelar al Congreso para apuntalar su proyecto político. Para tal efecto sacó del Senado al UDI Víctor Pérez, para nominarlo como ministro del Interior; y al RN Andrés Allamand para que ocupara la Cancillería, en lugar del también RN Teodoro Ribera.
De la Cámara de Diputados, en tanto, dispuso que el presidente de RN Mario Desbordes ocupara el puesto en Defensa, que ostentaba Alberto Espina; y el UDI Jaime Bellolio para ser el nuevo vocero de Gobierno.
Finalmente, quien ocupaba dicha cartera, Karla Rubilar (pro RN), asumió en Desarrollo Social; y quien lideraba este ministerio, Cristián Monckeberg (RN), pasó a la secretaría general de la Presidencia. Este ministerio lo ocupaba Claudio Alvarado (UDI), a quien recién ayer le había salido en el Diario Oficial el decreto de titularidad por el puesto que asumió el 4 de junio.
Reacciones
Con este cambio, el Presidente podría aplacar también el público conflicto en que estaban enfrascados Desbordes y Allamand.
El primero reconoció que entre el "senador Allamand y el diputado Desbordes" habían discrepancias, pero aseguró que "entre los ministros Allamand y Desbordes no existe ninguna diferencia".
"Sabemos que conversando, discutiendo políticas, analizando los escenarios políticos, vamos a ir construyendo la unidad de Chile Vamos", dijo por su parte, tras asumir, el ahora ministro Víctor Pérez.
Su partido, la UDI, había sido particularmente crítica con el trabajo de Blumel. Ayer, en su despedida, el militante de Evópoli pidió cuidar "el debate político y la amistad cívica" y agregó que confía en que este cambio de gabinete "nos permita levantar la mirada".
La presidenta del gremialismo, Jacqueline Van Rysselberghe, valoró en tanto las modificaciones, porque a su juicio aportan "experiencia y diversidad" al gabinete.
Para el senador RN Manuel José Ossandón resulta "evidente" que Piñera está "intentando modificar el complejo escenario político", sin embargo, añadió que "mientras el Gobierno no cambie la mirada sobre cómo se debe avanzar para un nuevo pacto social, será muy difícil que se retome el rumbo que el país necesita".
Crítica opositora
Los dirigentes de la oposición coincidieron en que el nuevo gabinete está centrado en resolver los conflictos del oficialismo.
El presidente de la DC, Fuad Chahín, dijo en radio Cooperativa que Víctor Pérez era "un halcón, del ala dura de la derecha, un fanático del rechazo", una opinión que se repitió en varios parlamentarios, donde recordaron que el gremialista, Allamand y Bellolio han expresado que votarán por mantener la Constitución en el plebiscito de octubre.
Bellolio les respondió que en los comicios habrá "dos alternativas perfectamente legitimas" y aseguró que "este no es el gabinete del rechazo, es el gabinete que no quiere descansar hasta que todas las personas podamos salir bien de la pandemia".
En cambio, en CNN Chile la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, desdramatizó el asunto. "Somos una coalición de centroderecha y mayoritariamente la gente de centroderecha está con el 'rechazo' (...) No debiera llamar a extrañeza eso", planteó.