Llamado al orden en la filas del comercio ha llevado a varias peleas
Guardias y trabajadores señalan que ha habido problemas con clientes porfiados y una recarga en sus labores.
Una imagen común en los últimos meses es ver a guardias de seguridad de grandes tiendas, supermercados o bancos ir ordenando a las personas que llegan hasta el comercio para realizar sus respectivas compras. Esta situación, si bien se ha normalizado, no ha dejado de traer malos ratos para trabajadores y trabajadoras, quienes indican que se han enfrentado a más de una disputa con los clientes.
"Consideramos que uno no debería estar diciéndole a un cliente que se ponga la mascarilla o que guarde la distancia, porque son cosas que deberían estar estandarizadas, porque genera conflicto y no es parte de la labor habitual", señaló Cristina Parra, presidenta del sindicato de trabajadores de Ripley.
La dirigente agregó que pese a la confianza otorgada por parte de la gerencia en torno al tema, "si el cliente no quiere usar mascarilla o respetar la distancia social, el trabajador puede llamarle la atención, pero eso igual genera conflicto y tiene que ver mucho con la cultura de las personas, del cliente".
Añadió que también se ha generado cierta molestia entre los trabajadores por ejemplo con el voceo para llamar la atención ante una situación prohibida en la actualidad, como probarse ropa. "Hay gente que me dice: a mí no me cuesta, pero hay trabajadores que dicen que no van a vocear porque no está dentro de su contrato".
Italo, guardia de una tienda de retail, dice que "los únicos que no han parado desde el día uno somos nosotros. Hemos tenido cambios de horarios y rotaciones de los turnos, pero ahora hasta estamos encargados de tomar la temperatura y en caso de detectar un infectado, trasladarlo a algún lugar".
Reconoció que el tener que controlar la temperatura de los clientes complica a los guardias, considerando que "algunas personas no toman las medidas sanitarias pertinentes y somos la primera barrera ante posibles casos de contagios, exponiéndonos y también a nuestras familias".
Luis, quien también trabaja en el retail, agregó que siente que duplican sus tareas y que al estar pendientes de tomar la temperatura y que no se aglomere gente, quedan más expuestos "al actuar de delincuentes, porque estamos atentos a otras situaciones de las que no estábamos acostumbrados y para las que no hemos recibido la suficiente capacitación… solo nos dijeron las normas que entregó la Seremi de Salud para que funcione la tienda, pero nada más".
BANCOS
George Ulsen, guardia de banco, contó que en su caso no deben controlar la temperatura de los clientes, pero sí ordenarlos, "preguntar cuál es el trámite al que vienen y mantener la distancia social… la gente que viene acompañando a otro esperará a fuera", clarifica. Agregó que la entidad bancaria mantiene una política constante de información en torno "a la calidad de servicio y todo lo relacionado a como tratar con el cliente, políticas básicas que necesitamos, pero no se ahonda más en el tema".