Arreglos en las casas complican a vecinos
Ruidos y construcciones sin permisos afectan la calidad de vida de residentes.
El confinamiento ha sido el momento preciso para poder hacer reformas en los hogares. Ampliaciones y arreglos que emiten ruidos se han transformado en dolor de cabeza para quienes no salen de sus viviendas y que desconocen que dichos cambios requieren tanto un permiso municipal, sino que también el consentimiento de los vecinos.
"Hace un par de días, la persona del lado comenzó a construir en su patio. Pensamos que estaba solo techándolo. Sin embargo, empezó a edificar al lado de nuestra casa, sin consultarnos", relató Juana Venegas. Bárbara Fuentealba señaló que "en el edificio donde vivo hay una normativa sobre el horario en que se pueden hacer arreglos y es solo los fines de semana. El domingo alguien estuvo taladrando, pero estaba dentro de lo permitido, a pesar de que nos molestaba harto".
Sobre ruidos molestos y construcciones ilegales, Patricio Bernal, director de Obras de la Municipalidad de San Pedro de la Paz, informó quienes quieran ampliar sus viviendas o hacer arreglos, al igual que las grandes construcciones, están reguladas. "La oficina de Obras no ha parado la fiscalización ni los permisos. Se ha estado trabajando de forma digital. Tampoco hay un instructivo desde la Seremi de Vivienda que permita construir sin una norma. Si hay una construcción irregular, se debe informar al municipio para solicitar la fiscalización de la ejecución de una obra sin el permiso respectivo".
Tras realizar una denuncia, se va a fiscalizar. "Acá todas las denuncias han sido atendidas. Mucha gente reclama porque se han levantado edificaciones que no cumplen con las normativas", dijo.
Consideraciones
A la hora de pensar en ampliar el hogar, Luis Salamanca, ingeniero en Prevención de Riesgos y académico de la Unab, señaló que se deben consignar la autorización necesaria (antes conocida como la Ley del Mono); el horario en que se trabajará que está determinado en el plano regulador de la comuna; fijarse en los recursos eléctricos y también conversar con los vecinos.
"Hay que hacerlo bien desde el principio. Los permisos son bastante accesibles. Si el colindante no está conforme y se siente vulnerado con la edificación que no está regularizada, debe realizar la denuncia en la dirección de Obras. Lo ideal siempre es conversar antes, pues de no cumplir con los requisitos, la edificación podría ser demolida".
En tanto, Rody Toro Picarte, director de Ingeniería Civil de la USS, añadió que la situación con los vecinos es la más compleja. "En el caso de una vivienda particular, se rige por la normativa del plan regulador (con particularidades dadas por cada municipio), donde se establecen aspectos como por ejemplo que se puede adosar al vecino en un cierto porcentaje (por lo general el 40%), hasta los 3,5 metros de altura. No obstante, se pueden llegar a acuerdos con el vecino y se pueden aumentar esos porcentajes (siempre con documentos notariales para no tener problemas)".