Uso universal de mascarillas y covid
Un interesantísimo artículo publicado el 8 de septiembre de este año de la prestigiosa revista de Medicina New England Journal of Medicine habla sobre una hipótesis en relación a que el uso universal de mascarillas en la población general, pudiera reducir la severidad de la enfermedad por Sars-Cov-2 en personas que se infectan, basado en la teoría que ésta (severidad) es proporcional al inóculo (concentración de partículas) viral recibida.
Estas conclusiones se basan en datos tanto epidemiológicos, virológicos y ecológicos que hacen eco del concepto de dosis letal de un virus, ya estudiado en modelos animales desde 1938 y que habla de la dosis en el cual el 50% de los individuos expuestos mueren (LD50). En las infecciones virales donde la respuesta inmune del individuo hospedero determina la evolución de la patología, altas dosis de inóculo viral puede sobrepasar y disregular el sistema inmune innato, aumentado la gravedad de la enfermedad. Por lo tanto, al exponer al individuo a menor concentración en el inóculo infeccioso por Sars-Cov-2 al usar este mascarilla, el expuesto tendría una evolución menos severa, manifestando pocos síntomas o nulos, no evolucionando a manifestaciones graves de la enfermedad como neumonia, insuficiencia respiratoria aguda o muerte. En EE.UU., la Centers for Disease Control and Prevention estimaba la tasa típica de infección asintomática en Sars-Cov-2 en un 40% a mediados de julio, pero reportes de infección asintomática en lugares con uso universal de mascarillas, era tan alto como un 80% medido. Lo anterior, sería muy semejante este mecanismo a la variolización iniciada en 1796 por Edward Jenner, donde personas que eran susceptibles a la viruela fueron inoculadas con material tomado de las vesículas de una persona con viruela, con el fin de causar una infección leve y una inmunidad posterior. Esto se vuelve de relevancia, ya que el uso de mascarillas "variolizaría" la infección por Sars-Cov-2. Faltan estudios para comprobar esta desafiante hipótesis, comparando la "durabilidad y efectividad" de la inmunización entre pacientes infectados asintomáticos y sintomáticos y la "disminución" de la dispersión en áreas con alta proporción de infecciones asintomáticas por el virus. Dado esto ayudaría en el manejo de la pandemia, en espera de una vacuna, ya que la OMS a través de su Directora Científica Soumya Swaminathan indica que no hasta el año 2022 es posible pensar en volver a la vida "antes del covid" ya que se necesita para ello "tener inmunizada entre el 60% al 70% de la población para ver una reducción dramática en la transmisión de este virus". Por lo tanto se debe mantener las líneas generales en salud pública en relación a distanciamiento social, higiene respiratoria y uso de mascarilla.
Columna
Nicolás Saá, médico y académico de la, Facultad de Medicina UCSC