Pablo Martínez Tizka
Impotencia y tristeza es lo que señalaron sentir los pescadores artesanales de la zona ante varios episodios de extracción ilegal del recurso loco, principalmente en áreas de manejo ubicadas en las cercanías de las islas Santa María y Mocha.
Eventos reiterados e incluso con violencia fueron indicados por los trabajadores de la pesca, quienes aseguran que no hay fiscalización y que los ladrones saben que siempre quedarán impunes. Por ello es que se mantienen atentos e incluso hacen guardia para evitar que estas situaciones se repitan.
Marcelo Hidalgo es presidente de la Cooperativa de Pescadores Artesanales Isla Santa María Puerto Sur, quien aseguró que han realizado denuncias pero que las autoridades no han reaccionado. "(Los ladrones) llegan de varias partes. Teníamos un bote para cuidar el sector, pero hubo una vez en que llegaron piedrazos. Nadie hace nada para controlar todo esto", dijo.
Hidalgo añadió que "no sé cuál será el precio de mercado, pero nosotros vendemos a las pesqueras por unidad entre $800 o $900, pero estas personas pueden llegar a vender el kilo a $8.000 o la docena a $12.000".
Para los isleños, las consecuencias son graves según el dirigente. "Antes sacábamos entre 40 mil y 60 mil locos, ahora solo pudimos extraer 24 mil y eso es un daño tremendo. Los ladrones no pueden decir lo mismo, ya que en poco tiempo pueden ganar millones.
Un pescador de Isla Mocha, quien no quiso dar su identidad por temor a represalias, señaló que "pasa todos los años. Este recurso es como una droga para ellos. No miden ni la talla, agarran lo que sea y matan toda la crianza. Nosotros siempre trabajamos con locos sobre 10 centímetros, pero a los ladrones sólo les importa tener el kilo".
El trabajador añadió que "agosto era un mes crucial para nosotros que dependemos de la pesca. Debido a los robos, el volumen de extracción ha sido mucho menor que en años anteriores".
Desde la Federación Regional de Pescadores Artesanales Biobío, en tanto, su presidente Hugo Arancibia dijo que estas situaciones han sido denunciadas ante la ley, pero que "ninguna de ellas es tomada en cuenta por Fiscalía, la Armada o Sernapesca".
Asimismo, aseguró que, sumado al coronavirus, la pérdida de recursos pesqueros es otro gran problema. "No han apoyado las áreas de manejo. Esto causa desazón porque de estos robos nadie se encarga y las autoridades no apoyan".
Arancibia señaló que hay 93 familias en Isla Mocha y 83 en Isla Santa María que son directamente afectadas por estos hechos.
"Sernapesca no puede lavarse las manos y decir que esto es solo asunto de la Fiscalía, cuando la Ley Ge-neral de Pesca le dio atribuciones para fiscalizar estos hechos", cerró el dirigente.
Sernapesca
El director regional de Sernapesca, Claudio Báez, indicó que estos delitos han existido, pero que "la función de investigación de estos no es privativa de nuestra institución, sino que intervienen otras como la PDI, Fiscalía o la policía marítima. Nuestro llamado es a presentar las denuncias ante estas reparticiones públicas".
El director también quiso enviar un mensaje a la comunidad. "Este tipo de comercio sobre especies que son robadas va a existir a medida de que se presenten consumidores que estén dispuestos a adquirir productos que sean de carácter ilegal".
En definitiva, la autoridad señaló que al comprarlos se daña la sustentabilidad y los intereses patrimoniales de las personas.
"Con los robos, ahora sólo hemos podido sacar 24 mil locos, cuando antes era entre 40 y 60 mil".
Marcelo Hidalgo,, pescador