Diego Gotelli C.
A contrarreloj, las zonas usualmente frecuentadas por turistas en el verano comienzan a prepararse ante un aumento de viajeros motivados por el permiso de vacaciones, que esta semana entró en vigencia y que elevó los viajes interrregionales principalmente desde el Gran Santiago.
Desde el Ministerio de Salud, cartera que ha defendido la autorización de viajes entre comunas en Fase 2, afirmaron que aumentarán la fiscalización en playas y sectores públicos que puedan verse impactados por el aumento de viajeros.
A la Región de Valparaíso, por ejemplo, está contemplado el arribo de 100 fiscalizadores para controlar en los balnearios. En los primeros días, uno de cada tres permisos de vacaciones tenían como destino el litoral central.
El seremi porteño, Francisco Álvarez, señaló que además están preparando otro plan sanitario que debutará este fin de semana y que contempla regular el control de aforo con señales visibles para la ciudadanía.
La estrategia consiste en elevar una bandera roja cuando una playa supere la densidad de personas recomendadas para evitar contagios.
"Cuando exista una bandera de color rojo, al igual que la que existe para poder impedir que las personas se bañen, es una señal de que no pueden entrar más personas a la playa", explicó la autoridad en entrevista con CHV.
La forma de calcular el aforo aún está en estudio, y para facilitar su control se contempla instalar perímetros de seguridad para impedir el ingreso a las playas cuando se supere el límite.
Dudas y sugerencias
La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, recordó que ya existe un protocolo elaborado por el Minsal que establece normas de distancia, como que las toallas en la arena tienen que estar separadas por al menos un metro. "Ese es el aforo que tiene que existir en la playa", dijo.
Añadió que el sobrepasar los aforos en el litoral "son situaciones fiscalizables" y que los controles que se hagan en el verano irán en esa línea.
Sin embargo, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, mostró dudas del control de aglomeraciones en las playas.
"Tenemos que ser serios. No me vengan con que van a controlar los aforos, si es imposible. Son palabras de buena crianza", señaló.
Su par de Algarrobo, José Luis Yáñez, sugirió que una idea de evitar la propagación de contagios en el litoral es exigir PCR negativo a todos quienes soliciten el permiso de vacaciones.
En la jornada la subsecretaria Daza abordó las estrategias para expandir los exámenes en el país, y en diálogo con Emol dijo que los test rápidos, aquellos que miden antígenos, sirven para "lugares extremos donde no se tenga la capacidad para llegar con PCR o se necesite resultados más rápidos". Pese a ello, recalcó que su uso es "muy específico" pues, por ejemplo, no es recomendable en paciente asintomáticos.
Según datos de la cartera, un 30% de los nuevos casos son pacientes sin síntomas.
El alcalde de Pichilemu, Roberto Córdova, insistió que la principal preocupación debe estar centrada en la fiscalización para evitar una llegada descontrolada de viajeros, pues su red hospitalaria no daría abasto ante un alza de contagios.
"Ese es el mayor problema. Nosotros no tenemos respiradores mecánicos por el tipo de hospital que tenemos", dijo.
"Cuando exista una bandera de color rojo, es señal de que no pueden entrar más personas a la playa.
Francisco Álvarez, Seremi Salud Valparaíso