Choferes penquistas sufren: sueldos han bajado la mitad
Conductores revelan que la cuarentena les llegó como un balde de agua fría. De ganar mensualmente casi 700 mil en promedio, micreros ahora luchan por generar 300 mil al mes. Colectiveros, en tanto, viven una realidad muy parecida.
Apenas van cuatro días de cuarentena total en el Gran Concepción, sin embargo, en el círculo de la locomoción colectiva ya avizoran cómo será este primer mes. Y es que, durante el segundo semestre del año pasado, ya se vivió esta experiencia, que por cierto no trae buenos recuerdos.
La movilidad de las personas ha bajado, y junto a ello, la generación de ingresos diarios de los propios conductores, tanto de micros como de colectivos. Desde luego, dan cuenta de cifras bastante poco alentadoras.
Aquí no hay dobles lecturas. Al menos esa es la premisa de los propios choferes y dirigentes de la industria, quienes acusan un casi absoluto abandono durante esta pandemia.
"Mucha gente, sobre todo adultos mayores, dejó de trabajar desde que inició la pandemia, por lo menos un 40%. Ahora, tras el lanzamiento de esta última cuarentena, no está trabajando más del 30% ó 35% de la flota", revela el presidente de la federación regional de colectivos, Marcelo Villalobos.
Pero como era de esperar, eso no es todo. Lo peor es que la generación de dineros se ha visto afectada de manera exponencial.
"Los ingresos se han reducido enormemente. Si ya estaban mermados, hoy es todavía más. Nos alcanza solo para financiar la actividad. Desde el conductor que entrega una cuota de arriendo por el propio auto, que ya no está dispuesto a entregarla, al propio dueño que tampoco está de acuerdo con recibir casi nada. No es nada auspicioso", lamenta Villalobos, quien además es chofer de un vehículo.
Tal como ocurre en los colectivos, las micros penquistas están igual o en peor pie. Si bien vieron una pequeña luz de esperanza mientras la zona estuvo en fase dos, todo aquello parece solo un buen sueño.
Por ejemplo, desde la línea Las Galaxias, no escatiman en decir que la situación es derechamente mala, sobre todo por la poca movilidad de las personas. En términos generales, aseguran que no les sale a cuenta tener varias máquinas si, al final del día, no se verán recompensados.
"Hoy en día, están trabajando ciertos grupos por semana, producto de la cuarentena. La baja de pasajeros es notoria, lo que afecta directamente al bolsillo de los conductores. Económicamente, esta pandemia nos está destruyendo", describe Camilo Leyton, quien además de ser conductor, oficia en el sindicato de este recorrido de micros.
Lo más terrible, según él, es que como la mayoría de los choferes de la locomoción colectiva no goza de sueldos establecidos mensualmente, se hace poco con lo que recaudan día tras día en Concepción. A ello, se le suma que la flota de buses funciona apenas en un 50% del total.
"Para andar todos los días con seis o siete personas, no nos conviene sacar todas las máquinas. Imagínate que antes del estallido social, estábamos acostumbrados a recibir un sueldo de 700 u 800 mil pesos mensuales. Hoy en día, un conductor no está ganando más de 300 mil, si es que llega a eso. Los choferes son los más perjudicados de todos", cuenta preocupado.
Asimismo, cree que es necesaria más preocupación por parte del Estado. "Entendemos y sabemos cuáles son los motivos de la cuarentena, pero también consideramos que desde el Gobierno deberían tomar cartas en el asunto para poder paliar estos efectos negativos", sostiene.
Tomecinos igual sufren
Desde Tomé no están ajenos a esta crisis. Con la cuarentena que inició recién este sábado, los conductores y dirigentes de dicha comuna están casi con los pelos de punta, principalmente porque -en un año normal- se transforma en una visita casi obligada durante el período estival.
"El verano es la época del año que nos da cierto alivio y mejores ingresos, eso no lo podemos negar. Pero ahora, como viene la cosa, estamos liquidados", cierra Bernardo Montoya, presidente de la federación de buses Tomé.
"Antes del estallido, un chofer ganaba 800 mil. Ahora lucha por llegar a los 300 mil".
Camilo Leyton,, chofer y dirigente de, Las Galaxias.
Se van del rubro
Tan grave ha sido el efecto de la pandemia y sus cuarentenas, que incluso hay ciertos empresarios que han desistido en el rubro, por lo que han vendido sus buses. "Se van a salvar los que tengan cómo generar ingresos de otras formas, pero ya hay quienes han vendido sus micros y se han salido de la industria", manifiesta el presidente de la federación de buses Tomé, Bernardo Montoya.
30 por ciento de la flota de de colectivos se encuentra trabajando hoy en día.