Cambio climático y covid tienen casi sin marihuana a Jamaica
Productores locales han calificado como "vergüenza cultural" la escasez del alucinógeno, todo un símbolo -junto al reggae y los rastafaris- de aquel país.
Redacción / AP
Los efectos del cambio climático y las estrictas medidas sanitarias durante la pandemia, entre otros factores, han conspirado en contra del famoso mercado jamaiquino de la marihuana, mayoritariamente legal, que hoy enfrenta la peor crisis de su historia.
"Es una vergüenza cultural", afirmó Triston Thompson, un ejecutivo de Tacaya, consultora del naciente sector regulado del cannabis, que en la memoria colectiva mundial es todo un símbolo de Jamaica, junto con el reggae y los rastafaris. El país autorizó la venta de marihuana con fines médicos y de pequeñas cantidades para consumo recreativo en el 2015.
Las personas sorprendidas con cannabis no son detenidas ni les queda un antecedente policial. También se permite a toda persona cultivar no más de cinco plantas y los rastafaris pueden fumarla con fines sacramentales. Además, muchos turistas y jamaiquinos siguen comprando marihuana en la calle, donde es cada vez más escasa y cara.
Las intensas lluvias del año pasado fueron seguidas por una feroz sequía, causando decenas de miles de dólares en pérdidas, según agricultores que cultivan la marihuana al margen del sistema legal.
"Acabaron con todo", dijo Daneyle Bozra, quien cultiva en el sudoeste de Jamaica, en un pueblo llamado Accompong.
La situación se agravó por el covid. Toques de queda a partir de las seis de la tarde impidieron a los campesinos atender sus cultivos de noche, como es la costumbre, según relató Kernrick Wallace, de 29 años, quien tiene casi una hectárea de tierra en Accompong.
Activistas dicen que la pandemia, combinada con el levantamiento de muchas restricciones a la marihuana, hizo que aumentase el consumo local y esto contribuyó a la escasez.