Natividad Espinoza R.

El 47% de un total de 2.019 encuestados aseguró que su salud mental ha empeorado debido al encierro y la incertidumbre económica que se han producido a raíz de la pandemia del covid-19. Asimismo, el 32% de la muestra afirmó haberse sentido desanimado o muy desanimado en las semanas previas a la consulta, aplicada entre el 26 de noviembre y el 12 de diciembre del año pasado.

Estos son algunos de los resultados del sexto informe del estudio Vida en Pandemia, a través del cual la Universidad de Chile ha dado a conocer el impacto de la crisis sanitaria en la población.

Situación económica

De los consultados, un 22% dijo además haber perdido su trabajo durante la pandemia, mientras que un 29% reveló que considera probable o muy probable quedar desempleado en los próximos tres meses.

Incluso más preocupante es quienes consideran probable o muy probable que la deuda de sus hogares aumente (42%) y que el ingreso de sus hogares se reduzca (43%) en el mismo lapso de 90 días.

Entre quienes reconocieron problemas para conseguir artículos básicos, el 35% dijo sentir un deterioro de su estado de ánimo. Y el porcentaje ascendió a 36% entre quienes dieron a conocer problemas para pagar medicamentos y/o mensualidades escolares.

Modalidad de trabajo

Durante el primer momento crítico de la pandemia en el país, muchos trabajadores se desempeñaron laboralmente desde sus casas, y aunque varios han vuelto al trabajo presencial, bastantes otros han continuado con teletrabajo.

De quienes volvieron a trabajar presencialmente, sólo un 14% aseguró que su estado anímico empeoró, mientras entre quienes han continuado sus labores desde el hogar, un 27% reportó un deterioro en este aspecto.

Entre los consultados, un 32% dijo estar aún trabajando desde casa, mientras un 29% reveló haber vuelto a presentarse en su sede laboral. En tanto, un 15% declaró estar trabajando de forma mixta. Es decir, con el tiempo repartido entre labores presenciales y remotas.

El académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile, director del Núcleo Milenio en Desarrollo Social (Desoc) y coautor de este estudio, Fabián Duarte, sostuvo que "la población chilena pasa por un momento crítico en cuanto a sus expectativas económicas, lo que puede gatillar varios otros problemas, desde agravar la situación de salud mental, hasta nuevas muestras de descontento social. Por esa razón, es clave que las autoridades consideren estos resultados para anticipar escenarios de futuras crisis".

El académico añadió que "las familias no visualizan una pronta recuperación, pues la percepción del futuro es pesimista, frágil y llena de incertidumbre. Esta fragilidad e incertidumbre económica repercute en el estado de ánimo de las personas y dificulta una recuperación del bienestar mental. Por esto, es fundamental que futuras políticas de corto plazo puedan corregir las incertidumbres y que las políticas de largo plazo se hagan cargo del deterioro de la salud mental".

No obstante, agregó que "la vacunación será de gran ayuda, permitirá reactivar la economía, abrir las escuelas y seguramente entregará un alivio a las personas, lo que tendrá repercusiones en su estado de ánimo y en la salud mental en general".

Un equipo de investigadores de Turquía reveló que el pop de la década de 1980 es el mejor género musical para reducir la ansiedad, la presión arterial y también la frecuencia cardíaca. ¿Por qué? Según los expertos, esto se debería a la "nostalgia positiva" que esta música generaría en las personas.

Para llegar a estos resultados, el equipo profesional analizó a 1.540 personas de entre 18 y 65 años, a quienes se les conectaron monitores de presión arterial y frecuencia cardíaca.

Posteriormente, se les puso una variedad de música de diferentes épocas y géneros en Spotify, a raíz de lo que se descubrió que la música pop ochentera redujo la presión arterial en un 96% de los voluntarios y la frecuencia cardíaca en más de un tercio de los mismos.

"Estos éxitos (…) podrían tener una nostalgia positiva adjunta para muchas personas, y sus sonidos alegres y fiesteros pueden inducir la liberación de endorfinas y serotonina, lo que aumenta los sentimientos de felicidad y calma", señaló el Dr. Ömer Avlanmis, uno de los investigadores participantes en el estudio dado a conocer recientemente.

El segundo lugar de los "ansiolíticos" de la música resultó ser para el metal. El 89% de los voluntarios tuvo una disminución en su presión arterial y la frecuencia cardíaca se redujo en promedio un 18% cuando lo oyeron.