Juan Pablo Ríos Rosales

Unas ganas tremendas de saltar a la cancha son las que tienen los equipos regionales de la Tercera B, competición que se encuentra stand by desde 2019 y que, a raíz de la pandemia, todavía no tiene luz verde para un retorno seguro.

Tras un montón de idas y vueltas, juntas por Zoom y demases, todavía no hay claridad sobre el regreso del certamen. Sin embargo, mañana por la tarde habrá una reunión clave que podría decidir el futuro del campeonato durante este 2021.

En la zona, eso sí, mantienen la mesura ante la situación, sobre todo tras los casi 900 casos diarios de covid-19 en el país. Desde la República Independiente de Hualqui manifiestan que tienen todas las intenciones de participar, siempre y cuando el aspecto financiero así lo permita.

"Queremos competir, pero no arriesgaremos nada para que los jugadores y cuerpo técnico terminen perjudicados. Si desde Santiago dicen que se juega, nosotros estamos en condiciones porque nuestro estadio cumple con las normativas", manifiesta el timonel hualquino, José Gutiérrez.

No obstante, añade que "donde nosotros estamos complicados -y yo creo que varios equipos también- es en la parte económica, porque recibíamos una subvención de la municipalidad que ahora, por razones lógicas, no percibiremos. Tenemos un auspiciador que es CMPC, que nos aporta el 50% de lo que significa participar en el año, mientras que el resto se hacía entre muni, socios y auspiciadores más pequeños. Seis meses de competencia nos cuestan 35 millones de pesos".

Una realidad que no dista mucho de la que se vive en Deportes Tomé. Rosa Cárcamo, presidenta del "Monstruo de la Bahía", cree que es difícil que se dispute el campeonato 2021.

"Durante este tiempo sin fútbol ni ayudas, tuvimos que disminuir los aportes. A pesar de eso mantuvimos gran parte del plantel y cuerpo técnico. Pero si me preguntan ahora, yo veo cero posibilidades de jugar", sostiene.

Sin embargo, también da cuenta de una realidad que ronda en el bolsillo de cada club. "Los protocolos son muy caros, para todos los partidos se necesitan exámenes PCR que rondan entre los 20 mil pesos. Es bastante dinero", asegura.

entusiasmados

A diferencia de Hualqui y Tomé, en Deportivo Santa Juana la ilusión está a tope por jugar este año. Su técnico Marcelo Valenzuela indica que desde hace un mes iniciaron los entrenamientos, mirando de reojo un eventual torneo.

"Estamos muy entusiasmados, ya que sería inédito que un club represente a la comuna a nivel nacional. A pesar de la difícil situación sanitaria, queremos participar. De hecho, ahora (por la cuarentena) pediremos un permiso especial para seguir con las prácticas", concluye.

"Los protocolos son muy caros, para todos los partidos se necesitan PCR que rodan los 20 mi pesos".

Rosa Cárcamo, Deportes Tomé.

Con la misión de ascender entre ceja y ceja, Universidad de Concepción no ha perdido el tiempo y sigue sumando nuevos jugadores para la próxima temporada en Primera B.

Tras haber participado en los amistosos de este último fin de semana frente a Rangers, el Campanil oficializó la contratación de Carlos Opazo (31), volante proveniente de Deportes Valdivia, equipo que descendió a Segunda División.

Con una dilatada trayectoria en el Torreón, el mediocampista deja la región de Los Ríos con una irregular última campaña, donde jugó 12 partidos y anotó un solo gol.

De esta manera, el arribo de Opazo significa la décima tercera incorporación para este certamen, tras las llegadas de Gonzalo Mall, Henry Sanhueza, Lionel Altamirano, Matías Santos, Mauro González, Kevin Medel, Richard Barroilhet, Felipe Saavedra, Martín Cortes, Nicolás Aravena y David Tati. Asimismo, vale destacar que el contingente restante lo completan jugadores renovados y otros que regresan de sus distintos préstamos.

A propósito de la preparación de pretemporada, el cuadro estudiantil se medirá hoy ante Ñublense en un encuentro amistoso en Paso Alejo.